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05. Verdad

El camino de regreso fue triste para el monegasco, no dejaba de pensar que para Ollie solo era un extraño.

Al llegar a la mansión no fue distinto, su aroma era de pura tristeza, su Omega estaba destrozado, completamente decepcionado.

- Ollie, hijo, ve con Elizabeth y Antonio, estarán felices por verte - ordenó Carlos.

El menor asintió, yéndose.

Los dos adultos se quedaron solos. El más chico sentado en un sofá con los codos en sus rodillas.

- Charles - llamó el español - Ángel.

El más joven lo miró.

- Es verdad Carlos, tenías razón - dijo, sus ojos llenos de lágrimas - El no sabe quién soy, no recuerda nada de mi, soy un extraño para el.

El mayor no le respondió, entendió que Leclerc quería desahogarse.

- Siempre tuviste razón, no tengo derecho de tenerlo - miro al suelo - anda, mándame lejos y está vez no permitas que lo vuelva a encontrar.

Sainz se acercó a el, agachándose para que el contrario lo mirase.

- Mick habló conmigo antes de irse - pauso - dijo que tenías todo el derecho de ser parte de la vida de Ollie, que hiciste hasta lo imposible para encontrarlo y que si te mandaba lejos sería un completo idiota.

El pelinegro espero una respuesta la cual no llego.

- Te lo pregunto, Charles ¿Quieres quedarte? No puedo dejar que te lleves a Ollie, lo único que puedo hacer es que tú te quedes aquí y seas parte de su vida.

- ¿Esta vez no morirás? - pregunto en un susurro.

- Está vez no te alejaré de Oliver.

...

- ¿Piensan contarme lo que está pasando? - reclamó Ollie a sus padres.

- Creo que debo contarles a ambos - hablo Carlos.

- ¿También le escondiste cosas a el? - cuestionó el joven.

- La vida que tengo no es tan fácil Oliver.

- Entonces empieza.

- Bien, cuando era un niño, conocí a Mick, el era mi amigo, me acompañaba a todos lados. A medida que creciamos nuestros padres veían que éramos muy apegados, fue cuando decidieron juntarnos, querían asegurar el futuro de sus organizaciones, ¿Y que mejor que uniéndose? Entonces Mick Schumacher quedó en cinta de Elizabeth. Ahí es cuando entra toda la parte que Mick dijo en casa de Michael. Después de eso, Hamilton entro al juego, pensaba que era un chico que quería crecer en esto, por lo que lo apoye.
Dos años después llegó Charles, yo.. compré a Charles en una subasta - ambos adultos se avergonzaron ante el recuerdo - lo compré para que cuidara a Elizabeth, lo que no sabía era que el es mi destinado y al verlo cuidar de mi hija mi Alfa se enamoró de él y lo deje en cinta de ti, Ollie. Antes de enterarnos Checo desapareció por meses, después desapareció Elizabeth, a ambos los tenia la misma persona, Lewis Hamilton. El nos devolvió las cenizas de tu hermana y atacó a la Florencia con el objetivo de matarme usando a Sergio, a quien le había lavado el cerebro. Checo me disparó pero ese tiro no me tocó, fingí mi muerte - miro a Charles, sus ojos de completa decepción - Charles mato a Hamilton en ese momento y Max detuvo a Sergio - se detuvo, sabiendo que lo que diría era difícil para Leclerc - meses antes, sabía que Charles debía volver a dónde pertenecía, Londres. El se negaba a hacerlo entonces le dije a Max que cuando fuera el momento exacto, lo enviara lejos. Ese momento fue cuando "morí". Años después, cinco para ser exacto, tu ya eras un niño pequeño, vivías con Charles. Un día decidimos que era hora de traerte aquí, conociste este lugar y a Antonio- - lo interrumpió.

- Cuéntale las cosas como son Sainz - miro a Oliver - un día llegué a casa, tenías una niñera, ella me llamo desde la recepción diciéndome que había un sobre para mí, que un hombre se lo había dado, entonces fui y espere con ella hasta que llegara su hijo para llevársela, subí a nuestro apartamento y no estabas. Revise el sobre, tenía una cantidad ofensiva de dinero y un mensaje que decía que me mantuviera lejos. Ellos te robaron de mis brazos, yo no te bandone nunca Oliver, nunca hubiera sido capaz de abandonar a mi cachorro.

- ¿Es cierto? - miro a Carlos - ¿Me robaste de mi madre y le prohibiste verme?

- Oliver, yo no quería que Charles resultara más dañado de lo que ya estaba.

El rizado negó, levantándose para salir del lugar.

Ambos adultos lo miraron irse, después se miraron entre ellos.

Oliver decidió ir a la habitación de sus primos, si bien las habitaciones sobraban en esa casa, los hermanos prefirieron quedarse en una recámara juntos.

Tocó la puerta, no paso mucho para que Antonio abriera.

El oji-azul se extrañó de ver a su primo con lágrimas en los ojos, por lo que le dejo pasar.

- ¿Ollie? - preguntó Victoria sentada en su cama.

- Hey ¿Qué tienes? - intento Antonio.

El mayor de los tres se sentó junto a victoria, quién lo abrazo y miro a su hermano. Ninguno de los dos entendía que pasaba.

- Me contaron todo. Mi vida es una mentira, ¡mi madre no me abandonó! ¡Carlos lo separó de mi!

Victoria se limitaba a acariciar su espalda, sinceramente, no sabía cómo podía consolarlo.

Así estuvieron durante un rato, los tres primos abrazados.

Hasta que alguien se asomó silenciosamente por la puerta.

Victoria lo vió llegar, Charles parecía triste por ver a su hijo así, le dolía.

Ambos hermanos supieron que Leclerc tenía que hablar con su hijo, por lo que se levantaron de la cama, yéndose por la puerta.

El monegasco fue hasta su hijo, tomando el lugar donde antes estaba Victoria.

- Perdón - dijo Ollie. Charles ladeó la cabeza ¿Por qué se disculpaba? - si hubiera sabido quien eras no te habría tratado así.

- No es tu culpa.

- Lo se, pero aún así me siento una mierda por no haber podido reconocer a mi propia madre.

- No pasa nada Oliver, han pasado muchos años, era normal que no me reconocieras - tranquilizó Charles.

- ¿Por qué me mintió? Todo este tiempo le fuí fiel, nunca lo contradije, obedecí todo lo que quería ¿Por qué tuvo que hacer esto?

Leclerc pareció pensarlo - Carlos nunca habría querido dañarte, puedo notar que el te quiere, te protege, seguramente de no haberte mentido tu también me habrías buscado y te meterías en problemas. Mucha gente quiere matarme por el hecho de buscarte, no quiero ni imaginarte en mi lugar.

- ¿Por qué no simplemente me dejaste de buscar? Te meterías en menos problemas.

- No es así de fácil Oliver, eres mi hijo y nunca podría dejar de buscarte, eras lo único que me quedaba, no podía abandonarte sin más.

- ¿Puedo abrazarte? - preguntó el menor.

- Claro que sí, niño - respondió, abriendo sus brazos para abrazar a su hijo, aquel que por tantos años había buscado.

Gracias por leer

- rencss

𝘼𝙉𝙂𝙀𝙇'𝙎 𝙎𝙊𝙉 || 𝘾𝙃𝘼𝙍𝙇𝙊𝙎Donde viven las historias. Descúbrelo ahora