Arreglo el borde de su chaqueta y lo bajo un poco para que se pudieran ver sus labios, ajusto sus gafas de sol y dio una vuelta frente al espejo, viéndose con aburrimiento, no creía verse bonita, tampoco es como que le importarán las opiniones de los demás.Actualmente tenía 16 años recién cumplidos, y acababa de entrar al colegio de hechicería, su cuerpo a pesar de no poder hacer ejercicio tenía algunos músculos por su agilidad, tenía cintura delgada, pechos copa 'D' y caderas anchas, el cuerpo perfecto según muchas, pero a ella no me gustaba, le desagradaba tener que verse frente al espejo, deseaba tener me cuerpo de un hombre, no simplemente para tener un aparato reproductor masculino, sino por qué así podría hacer lo que quisiera.
Su sueño era ser libre, vivir en algún lugar calmado y sin ruidos, pero en cambio nació mujer, y el mundo si que se empeñaba en hacer sufrir a las mujeres.
-Que tanto piensas??? -Escucho una voz sería, fría y seductora, poderosa y aún más si la mirabas.
Zen'in Onyx creció para ser una mujer poderosa, no solo por qué poseían una parte de la restricción celestial, sinó también por qué tenía un ritual que le ayudaba, pero prefería usar más su fuerza física, su ritual lo usaba en mejor cantidad.
Era alta, incluso llegando a ser de la altura dek chamán más alto, Gojo Satoru, mientras que Azrael se había quedado en los 1,78 CM. Tenía una buena cintura y sebos grandes que siempre tenía escondidos con un sostén deportivo, caderas anchas, muslos gruesos y trasero grande, la mujer perfecta para quien le gustaran altas y de buen trasero.
Pero su rostro podía lucí intimidante, con esa mirada sería, con la cicatriz que atravesará su ojo izquierdo y sus azabache cabellos que caían por sobre sus hombros, tenía un flequillo que cubría sus almendrados ojos grises.
Y su musculatura, pesaba pero no por la grasa, sino por los músculos que tenía, y ellas eran el complemento perfecto para la otra, Onyx necesitaba una técnica potente que le permitirá luchar sin tener que tocar a alguien o apuntar para activarla, mientras que Azrael tenía a una compañera con el cuerpo que ella necesitaba, habían nacido separadas y lejos de la otra, pero nacieron para estar juntas, se necesitaban la una a la otra.
Cuando volteo la vio ahí parada, con su uniforme, que eran unos simples pantalones medio sueltos de color azul marino, un top blanco con vendaje por debajo, que dejaba al descubierto si abdomen lleno de cicatrices, y una chaqueta del mismo tono que su pantalón, finalmente unas zapatillas blancas.
Mientras tanto, Azrael vestía totalmente lo opuesto a mostrar si cuerpo, ella hizo todo por ocultarlo, usa mallas negras legadas a sus piernas, una camisa de tirantes que quedaba un poco floja en la panza que disimulaba un poco, y finalmente, una chaqueta que cubría desde su cuello, hasta la punta de sus dedos de las manos, y hasta poco más encima de sus rodillas.
Los cabellos de la azabache llegaban por sus hombros, los de la albina llegaban por si cintura, y seguirían creciendo.
-En nada, ya nos vamos??? -Pregunto mirándose de reojo al espejo y aparto rápidamente la mirada.
-Ya nos vamos, solo nos queda despedirnos de los demás y ya, las maletas se les llevo Gojo hace rato diciendo que las dejaría en nuestras dormitorios -Explico encogiéndose de hombros.
-Buen, vamos -Y paso a su lado chocando puños, recibiendo una sonrisa divertida que no entendió, al menos no hasta que vio a megumi al final del pasillo en la puerta de su habitación, como si hubiera estado esperando mucho tiempo.
-Bueno, los dejo solos, no tarden demasiado~ -Y paso a un lado de su amiga dejando un golpecito sobre su hombro, deseándole suerte y bajando las escaleras.
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Querido Dios (Jujutsu Kaisen OC)
ФанфикQue se puede esperar de una hechicera de grado especial y otra de primer grado, rozando lo sentí grado especial???. Perfección. En esta historia veremos qué les depara a dos protagonistas, una hermana del hechicero más fuerte, y otra hija del humano...