En un asalto a mano armada me dispararon, durante mucho tiempo estuve en coma, donde podia oir todo a mi alrededor, en especial a mi hermana la que me hablaba con entuciasmo sobre la nueva tendencia de los jovenes 'crepusculo' , ponia sus peliculas...
Durante el camino al baile ninguno de los dos volvió a pronunciar palabra alguna y eso de cierta forma me Inquietaba...
Edward me ayudó a bajar del auto, ya que aún tenía el maldito yeso en la pierna, Que ho sorpresa, fue por su culpa. -Oye...ahora vuelvo- Se fue dejandome hay, se supone que en esta parte aparece Jacob pero el ya cumplió "su parte".
He de admitirlo estaba un poco nerviosa por entrar al baile, ya era tarde pero aún había mucha gente hay. Edward no tardó en regresar, me extendió su mano...dude un poco, pero de nuevo en contra de mi voluntad la tome. El me sonrió.
Me desconcierta el echo de que algunos movimientos mios son reflejos de Bella, la verdadera Isabella Swan. Llegó a sentir como mi desconfianza a Edward desaparece durante cortos períodos de tiempo justo como ahora.
-¡Bella!!!- Era la voz de Ángela, no lo dudé y la salude -Tu consejo me funcionó, Erick me aceptó-
-Ho balla, pues es estupendo- Trataba de sonar lo más sercano a Isabella. Pero creo que no lo lograba.
Salude a mis demás " Amigos" pero el ruido me estaba matando. Por suerte o por desgracia el lo noto.
-¿Salimos?- Asiento con la cabeza en dirección al patio trasero. En mí vida como Emira, esto no me abría afectado, el lugar donde trabajaba era ruidoso durante todo el maldito día.
Me quedo impresionada y por un instante siento que una lágrima quiere salir de mi ojo.
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El lugar era exactamente como Alis me lo había descrito.
-Estas bien?- Edward me miro con preocupación.
-Si, claro es solo la emoción... Algo así-
Caminamos al centro, y aquella canción empezó a sonar.
-¿Bailamos?-
-Sería un placer caballero- Dije entre risas. Para luego tomar su mano, en un movimiento suave me subió sobre sus zapatos. -Ha si el yeso...- Me abrazo posando su rostro en mi hombro, y empezar a bailar lentamente.
-No sabes cuanto lo siento, y no dejaré de decírtelo toda la eternidad-
Como siempre estaba en su modo poeta sombrío. Aunque una de sus palabras me dejó algo confundida.
