Atrapada en crepúsculo.

Prometí que sería diferente esta vez.

Después de la maratón de películas de terror con Jacob, este se fue a su casa, al subir a mi habitación lo primero que note fue ese sentimiento de ser observada, así que de inmediato revise el seguro de las ventanas, la primera estaba bien, pero la de la segunda tenía el seguro roto.

En la esquina de la habitación, Edward salió de la oscuridad, con una caja en sus manos.

-Maldito acosador, ¿no sabes que es de mala educación entrar a la habitación de una chica sin permiso?- Me sonrió, y se acercó con cuidado a mí. -Si me vuelves a tocar te juro que gritaré muy fuerte- El extendió la caja y yo la tome.

-No sé qué fue lo que paso- Se acercó más, y estaba a punto de tomar mi nano, pero yo retrocedí de inmediato, aún le tenía miedo. -Isabella Swan, prometí protegerte y ahora en lo único que puedo pensar es en la muerte, mi corazón no soporta esta soledad, te necesitó en mi mundo- Valla sí que es un poeta. Uno muy sombrío.

-Aléjate un poco- Ahora que lo pienso necesito a Edward para sobrevivir, si hubiera despertado en el principio de la historia esto no sería un problema, pero ahora que mataron a James por mi culpa, Victoria o su amigo pronto van a buscarme para cobrar venganza.

Me senté en la cama y él sentó aún lado mío, abrí con cuidado la caja, donde en esta estaba un vestido azul muy bonito, junto con unos zapatos de piso negros, lo mire con cara de confusión.

-Aún no es tarde para ir al baile-

-No puedo...- 

-No te preocupes bella, si es por lo de tu pierna, puedo esperar- Lo mire cabizbajo, pero aun así no puedo ir al baile, he de admitir que Edward es muy guapo, pero también lo es su padrastro. 

En mi vida anterior me perdí de mi graduación, mi hermana se enfermó de gravedad y yo tuve que quedarme con ella en el hospital.

-Bien, vamos, sal me quiero cambiar-

Se levantó y me sonrió.

-Te espero abajo- Dijo para después desaparecer

Prometí que sería diferente esta vez.