》Capítulo 2《

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Hoy sería un día emotivo, pues se cumplían cinco años desde que perdieron al pequeño Jules

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Hoy sería un día emotivo, pues se cumplían cinco años desde que perdieron al pequeño Jules.

Cinco años desde aquel terrible día.

Toto y Chris se encontraban en su habitación, terminando de arreglarse para salir de casa. El castaño estaba frente al espejo cuando sintió los brazos de su esposo rodeandolo y apoyando su rostro contra su ancha espalda.

— ¿Te sientes bien? — Con sus grandes manos acarició los brazos que lo rodeaban con firmeza. — Podemos ir más tarde si no te sientes bien ahora. —

Lentamente se giró para quedar frente a frente con el rubio, pasando sus brazos por su espalda y dejando que ahora apoye su cabeza sobre su pecho.

— Quiero ir ahora... ¿tú quieres ir ahora? —

— Sí... —

Sin decir nada más, Christian alzó la mirada encontrándose con los ojos marrones de Toto, y se acerco a dejar un suave beso sobre sus labios, beso que gustosamente fue correspondido.

Poco tiempo después el mayor iba manejando mientras Chris miraba el camino, ambos calmados, pero aún con un sentimiento de tristeza en sus corazones. En el camino se detuvieron a comprar un hermoso ramo floral.

Un gran girasol era rodeado de preciosas gerberas y por todo el ramo se podían ver pequeños nomeolvides, resaltando su presencia con sus lindos colores.

El gran ramo se encontraba sobre una pequeña lápida blanca en la que letras doradas resaltaban dando un mensaje que transmitía amor y tristeza.

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Jules Lucien André Wolff Horner

"Naciste en el cielo, pero te llevaremos en nuestros corazones por siempre, y aunque nuestras manos no te tocaron, nuestro amor te llevará por la eternidad."

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Torger y Christian compartían un cálido abrazo, dejando que silenciosas lágrimas fluyan por sus mejillas, las de Chris perdiendose sobre la camisa de su esposo, y las de Toto sobre el cabello del menor.

El silencio que los rodeaba les daba la calma que sus almas necesitaban, ya no había palabras ahogadas por sollozos, ni llantos desoladores, solo un sentimiento de tristeza que los acompañaría con el recuerdo de su hijo. Todo lo que alguna vez tuvieron que decir fue dicho en todas aquellas visitas en donde dejaban salir su dolor, ahora solo disfrutaban de la compañía y del pensamiento que les da consuelo, que su pequeño Jules esta en un hermoso lugar siendo feliz y esperando por ellos, para el día en que su momento de reunirse llegue.

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