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El fin de semana Hyunsuk se la pasa haciéndonos compañía en el local. Debido a que se está allí prácticamente todo el día (y termina las tareas antes de que el reloj dé las dos, con lo que evidentemente se aburre de estar sentado, estudiando por sí solo), termina apoyándonos a barrer y trapear el local, así como limpiar las mesas y volver a poner servilletas en cada una de ellas.

Yo y mi padre le decimos que no necesita hacerlo, pero él se aferra. Como agradecimiento, papá le da para llevar tres porciones de teokkbokki, las cuales Hyunsuk asegura compartirá con sus padres apenas llegue al departamento.

Gracias a que Eun-ji, Hyunsuk y yo hemos estado ayudándolo estos últimos días, el lunes papá se ve mucho más animado y fortalecido. De cualquier manera, cuando mi hermana y yo tomamos los almuerzos, me aseguro de decirle que regresaré a casa a las cuatro.

-Yo también –dice Eun-ji, a lo que me apuro a interrumpir.

-Tú nada. Te quedas a sesión de estudio con tus amigas. Yo me encargo.

Papá opina igual que yo, y tras hacerla prometer que no llegará al local hasta pasadas las seis veinte, finalmente nos vamos al colegio.

Papá opina igual que yo, y tras hacerla prometer que no llegará al local hasta pasadas las seis veinte, finalmente nos vamos al colegio

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-Bueno, te veo mañana –digo cuando suena la campana de fin de clases, y me apuro a guardar las cosas en la mochila.

Sin embargo, no soy el único. Hyunsuk también está guardando todo, a pesar de que debería quedarse a la sesión de estudio.

-¿Se puede saber qué haces? –pregunto, cuando veo como al igual que yo, se ha colgado la mochila al hombro, y se ha puesto de pie.

-Ir contigo a casa, vamos –es su sencilla respuesta.

-¿No vas a quedarte a estudiar?

-Mis sesiones de estudio en el colegio consisten en ser tu tutor –responde, al tiempo que me da un ligero empujón, para que empecemos a caminar fuera del aula-. Y tú no te quedas, así que no tiene caso que yo lo haga.

-¿Y entonces cuál es el plan? –continúo preguntando, mientras bajamos las escaleras.

-Continuar con las sesiones de estudio en tu casa.

Intento negarme, pero de nada sirve. Salimos del colegio (sin esperar a Eun-ji, quien sí se quedará a la sesión de estudio en compañía de sus amigas) y continuamos discutiendo sobre si tiene permitido acompañarme o no, durante todo el trayecto hasta el local. Hyunsuk resulta ser más terco que una cabra, especialmente cuando al llegar no se sienta en alguna mesa y se pone a hacer las tareas, sino que al igual que yo, deja su mochila en mi habitación, y baja para ayudar con el local.

Mientras papá se encuentra cortando verduras y separando rice cakes, yo me encuentro preparando el caldo del teokkbokki, y Hyunsuk se hace cargo de barrer, trapear y limpiar mesas. Mi papá y yo le decimos (una vez más) que no es necesario, pero él finge no escucharnos. Sin embargo, pese a que es un poco incómodo el abusar así de su confianza y su apoyo, no podemos evitar agradecerle cuando la segunda oleada de clientes que llegan a partir de las seis, resulta ser una verdadera hora pico. Gracias a su apoyo (y el de Eun-ji, quien llega a las seis quince y se encarga de atender la caja registradora), para cuando el último cliente se marcha a las nueve, nos toma apenas diez minutos el cerrar y limpiar el local.

Yo Caí Primero [Él cayó más fuerte]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora