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A la hora del almuerzo, hago mi mejor esfuerzo para entablar conversación con mi compañero de banca, la luz de mis ojos y la razón de mi existencia, pero la verdad es que no obtengo tan buenos resultados.

Choi Hyunsuk una vez está más preocupado por llevarle los libros al profesor, que, pese a que intento unirme, puedo darme cuenta de que mi compañía no es muy bien recibida que digamos. Así que después de mentir diciendo que tengo que ir al baño, termino sentado en una de las gradas que rodean el área de canchas, desde donde curiosamente vislumbro a mi hermana menor, sentada en aquella alargada jardinera, comiendo y conversando con sus amigas.

Es bueno saber al menos uno de nosotros es bien recibido en el colegio.

Al término de la jornada, hago mi segundo intento. Suena la campana, el profesor se retira, y hago lo que el resto de mis compañeros hacen: nada. No me guardo la libreta, ni los libros, ni la pluma, no me cuelgo la mochila al hombro y no salgo del salón. Me quedo allí, con la mirada clavada en el pizarrón (¿De verdad se supone que tengo que entender lo que está escrito allí?), y miro por el rabillo del ojo como mi compañero de banca saca el resto de sus libros y apuntes, y comienza allí mismo a hacer la tarea.

Papá va a matarme cuando se dé cuenta que pasan los minutos, las horas, y ni Eun-ji ni yo llegamos a casa para ayudar.

-Oye –le digo finalmente a Choi Hyunsuk, quien alza la vista de su cuaderno y puedo ver no está muy contento con el hecho de que lo esté distrayendo-. Necesito que me ayudes.

Por si no queda claro con qué necesito ayuda, apunto a su desorden de apuntes y libros.

-Necesito aprobar –le digo, aunque me trago el drama de la falsa muerte de mi no-difunta madre-. Se lo prometí a mi hermana menor.

-Ah, sí. Te recuerdo –dice finalmente, y el rostro se le relaja un poco. El mío se ilumina. Sonríeme por favor, sonríeme... - Eres el chico de reingreso, ¿verdad? Tu hermana está en primer grado.

Asiento, varias veces. Da la ilusión de que tengo una pelota de goma atorada en el cuello.

-Park Jihoon, mucho gusto –digo al tiempo que le extiendo la mano.

-Choi Hyunsuk –dice, aunque eso obviamente ya lo sé, y me devuelve el saludo.

Juro por Dios que esta mano no me la vuelvo a lavar en la vida.

-Entonces, ¿con qué temas de qué materias necesitas ayuda?

-Ah pues... Con todo –digo finalmente, haciendo el mejor esfuerzo para no ponerme rojo de la vergüenza-. No sé si habrá escuchado la conversación entre mi hermana y yo, pero hace dos años que abandoné los estudios, y aunque he tratado de ponerme al corriente, la verdad es que no creo estar al mismo nivel que el resto de la clase...

Su rostro se endurece. Se está preguntando lo que me preguntó Eun-ji hace una semana. "¿Y entonces cómo es que estás en el grupo A?", pero estoy seguro que la respuesta de "Pues sucedió, y ya." Aquí no va colar.

-Velo de este modo –me apuro a decir-, puedes repasar todos tus temas de todas tus materias, al tiempo que finges eres mi tutor.

Supongo que al final, la idea no suena tan mal, y así empezamos a trabajar en los ejercicios de matemáticas.

Supongo que al final, la idea no suena tan mal, y así empezamos a trabajar en los ejercicios de matemáticas

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Yo Caí Primero [Él cayó más fuerte]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora