《Capitulo 8: Igual de loco》

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Adrenalina, emoción, excitación y temor

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Adrenalina, emoción, excitación y temor.

Una mezcla tan fuerte como nunca antes, tenía tanto miedo y el miedo era lo mejor.

Le hacía temblar aún mientras corría más y más, los pasos pesados y largos que escuchaba a su espalda solo le hacían salir más lágrimas calientes.

Wooyoung corrió, corrió y corrió, casi se cayó un par de veces en unas esquinas por culpa de sus zapatillas mojadas con sangre, debía darse prisa, pues el alfa detrás suyo estaba cada vez más y más cerca.

Trató de correr hacia una puerta que se cruzó en su camino, cuando entró se dio cuenta de que era un habitación bastante grande y espaciosa, una bella cama matrimonial de sábanas color crema estaba a un par de metros lejos de él, aún así Wooyoung se giró para cerrar la puerta, sin embargo, un cuerpo más grande y pesado lo tacleó como un jugador de fútbol americano.

No pudo evitar dejar escapar un chillido de dolor y su aire se le salió de los pulmones por completo. Sin embargo, al caer sobre la cama el golpe fue mínimo, las manos de Wooyoung fueron restringidas sobre su cabeza y el cuerpo del desconocido estaba sobre el suyo imposibilitando cualquier escape.

-Wonnie ~-murmuró el alfa con burla y Wooyoung miró hacia arriba encontrándose con el rostro del asesino. Tenía una sonrisa sádica y sus ojos brillaban peligrosamente, tenía una expresión de éxtasis.

El pecoso tuvo que morderse el labio inferior para no dejar escapar ningún tipo de sonido, sintió como su agujero húmedo se apretó alrededor de la nada mientras dejaba salir más lubricante pegajoso. Ah, de verdad que era un raro de mierda.

-¡S-Suéltame! - Wooyoung "luchó" viéndose "asustado" de lo que tendría pensado hacerle el peligroso hombre.

Una risa divertida se escapó del rubio, moviéndose un poco solo para tener el acceso a sus pantalones y poder rasgar la tela con sus garras como si fuera papel.

Wooyoung dejó escapar un pequeño grito de sorpresa, pronto el aire frío de la mañana pegó contra la humedad de su trasero y se sonrojó por ese hecho.

-Me gusta -habló el alfa, Wooyoung no luchó cuando le abrió las piernas y pasó una de sus manos llena de sangre por el interior de su carne blanda dejando un pequeño rastro rojo,- me gustas.-

-N-No me mires así... -el pecoso murmuró avergonzado de tener la mirada del rubio sobre su parte baja, una de sus piernas había sido alzada y su trasero estaba en completa exposición.

El lubricante resbalaba cayendo a gotas sobre las sábanas y su pequeña polla estaba erecta goteando pre-semen infértil.

Otra risa salió del alfa, parecía incrédulo y divertido con la situación y la reacción del pecoso ante lo que hacía.

-Sé un buen chico para mí, mi Wonnie. -el rubio dijo antes de inclinarse sobre el pecoso y tomar su boca como si le perteneciera.

Wooyoung jadeó por aire contra la boca del alfa, y este se aprovechó para meter su lengua en ella, el pecoso sentía que no podía respirar bien. El alfa le quitaba el aire y su lengua cálida exploraba todos los lugares de su cavidad bucal, y cuando al fin se apartó, un hilo de saliva los unía aún, parecía satisfecho con lo que había hecho.

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