《Extra 2》

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San frunció el ceño, cruzó los brazos y miró con una repulsión mal disimulada al alfa dominante que tenía al frente suyo.

Había un hombre con traje entre ellos que firmaba y acomodaba un manojo de papeles que tenían el ancho de un libro de casi doscientas páginas.

-Bien, todos los cargos de las muertes y desapariciones pasan al señor Showuo. Según todas las pruebas, fue su hijo quien organizó aquella masacre llevando a toda una estudiantil a una mansión plagada de trampas, se encontró al mismo Wonho en una de ellas, aparentemente su locura lo llevó a cometer un suicidio. —el abogado dijo, tratando de meter todos los archivos que tenía de ese caso en su maletín, cientos de demandas le habían caído a los dueños de aquella mansión.

Sin embargo, San se libró de todas ellas, sí, era una tierra compartida con Park, pero todo parecía orquestado por su hijo mayor. Todo fue contundente y el rubio había mostrado pruebas de que nunca tuvo la más mínima idea de lo que ocurría, ya que había pasado todo este tiempo en una casa de verano en la playa con su nueva pareja.

De casi los cuarenta estudiantes, ni el mismo asesino salió libre de lo que había hecho. El alfa de cabellos rojos y padre del psicópata, recibió más cadenas perpetuas de las que puede contar, ni con una libertad condicional se puede librar de pudrirse en la cárcel, Park estaba acabado.

Un policía lo esposó y lo sacó de la sala, él parecía mortificado, como si solo ahora la realidad de la vida le cayera encima. Parecía que se echaba toda la culpa de lo que había hecho su propio hijo, sin embargo, ya no había nada que pudiera hacer, solo le tomaba resignarse y dejarse llevar sin discutir o tratar de negarse, eso había sido su pago por haber hecho tantas cosas incorrectas que no debió.

—Señor Choi, lamentamos todo lo que ocurrió, sobre todo la exposición de su pareja, pero un caso de ésta magnitud volvió loca a todas las personas de la prensa. —el oficial le hizo una reverencia profusa, tratando de hacer que el enojo del enigma se calmara, lo menos que quería era una demanda de él a su estación de policía.

—¿Y qué, piensas que eso lo va a cambiar? Mi pareja ya no puede caminar dos cuadras sin ser abordado por reporteros, será mejor que hagan algo antes de que lo haga yo. —el enigma se levantó de su silla, se arregló el saco de su grave y salió de la sala con el mismo ceño fruncido de hace rato.

Jongho que le esperaba en el pasillo se le unió siguiéndolo de cerca, estuvieron en silencio hasta llegar a la parte baja del edificio, pero al salir una horda de flashes de cámaras parpadearon por todas las direcciones. Había guardias de seguridad haciendo una barrera para que él pudiera llegar a su auto, pero eso no les impedía hablar.

"¡Señor Choi, por favor responda unas preguntas!" Gritaban ellos y San gruñó por lo bajo tratando de ignorarlos.

"¿¡Cree que las acciones que cometió el hijo de su socio afectan la productividad de su empresa!?"

"¡Señor Choi! ¿¡Puede darnos detalles de lo que pasó!? ¡¿Es cierto que decenas de universitarios murieron mutilados en un solo verano!?

"¡Señor Choi! ¿¡Está planeando casarse con aquél omega!?"

"¡¿Su omega es de la misma universidad de aquellos estudiantes, no!? ¿¡Como se lo está tomando!?"

San detuvo su andar, apretó los puños y se tomó un respiro hondo, una vez su ira bajó tres niveles giró sobre sus pasos. Se acercó a la columna de reporteros que se volvieron más locos cuando les prestó atención, varios micrófonos fueron puestos en su rostro y le hacían miles de preguntas más. El rubio solo mantuvo su rostro serio un momento antes de hablar.

-Solo diré esto una vez, nada de lo que ocurrió me afecta a mí porque no tengo nada que ver con ello– la voz del enigma era poderosa, más con su aroma y aura que calló a toda la prensa que le querían hacer la entrevista—, ¿Y qué si mi pareja es de la misma universidad? Es la única que hay en esta maldita ciudad, solo queríamos disfrutar del verano, y si ustedes no detienen su acoso contra él entonces consideren ésta la última entrevista que harán en sus vidas.

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