Capítulo 3

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Eran tan míos

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Eran tan míos... Ahora sólo son un par de extraños

。⋆༺ [capitulo 3]༻⋆ 。

Los rayos de sol iluminaban el hermoso bosque qué estaba en total tranquilidad, en una de las tantas montañas estaba un pelirrojo montado en un dragón observando cada parte del bosque.

Había visto aquel rayo de luz y escuchado el horrible rugido de un dragón en agonía, algo que lo tenía alerta.

—¿Dónde estás George? —se preguntó a sí mismo el pelirrojo.

Apretó los puños alrededor de su montura, miraba para todos lados buscando alguna señal de su hermano, pero solo había un inquietante silencio.

Ese silencio fue perturbado por el rugido de un dragón, escamas rojas brillaban con el sol mientras volaba entre los grandes árboles.

El pelirrojo reconoció a su hermano montado en aquel dragón y al ver que iba directo a su cabaña no tardó en seguirlo.

—¡Lix arriba! —gritó a su dragón quien rugió en respuesta.

El rugido era tan fuerte qué hizo temblar todo a su alrededor, al momento de extender sus alas el sol las hizo brillar, el hermoso dragón volaba con rapidez sobre los árboles.

Aquel pelirrojo se agarró fuerte de su montura mientras miraba hacia abajo, notando qué el bosque se veía más vivo y alegre. Como si aquel rayo y rugido le hubieran regresado la magia qué había perdido.

Logró ver su cabaña a la distancia, el dragón de su hermano ya estaba descansando en una de las montañas cercanas.

—Aterriza Lix —ordenó el pelirrojo para luego bajarse de su dragón—. Buen chico.

Se alejó de él, para luego correr hacía la cabaña al entrar encontró a su hermano tocando el cabello de alguien a quien aún no lograba distinguir.

—George más te vale explicarme de qué se trata esto —exigió molesto mirando a su hermano.

George se levantó rápido y le tapó la boca a su hermano.

—Te explicaré todo Fred, pero no aquí —respondió George poniendo sus manos en la boca de su hermano.

Fred se molesto por la acción de George, pero mientras forcejeaba vio la cara del chico que estaba dormido.

Por un momento se le olvidó cómo respirar, miró a George exigiendo con solo su mirada saber si no estaba alucinando. 

—Si es Draco… él fue el que provocó ese rayo de luz que quizás todo el reino vio —explicó George mientras se llevaba a su hermano afuera de la cabaña.

Al estar afuera George dejó de taparle la boca a Fred, recibiendo un golpe como respuesta de su hermano.

—Tonto, de quien más debíamos ocultarnos era de él —regaño Fred.

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