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capítulo 21.

"LAS MENTIRAS SIEMPRE SALEN A LA LUZ"

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Tenía intenciones de seguir manteniendo los ojos cerrados, continuar sumergido en un mundo de sueños donde la nefasta realidad no pudiera dañarlo, sin embargo, su cuerpo le advertía que había descansado lo suficiente como para volver a introducirse en su propia realidad.

Aunque la presión que sentía en uno de sus brazos fue suficiente advertencia para mostrar sus profundos ojos azules al mundo. Y contrario a lo que pensó, JiMin no se encontraba a su lado, era Hwang HyunJin quien lo miraba detenidamente.

—Temí que nuestra luna no volviera a abrir los ojos. Mi cabeza correría peligro si eso pasaba, ¿Debería agradecerte por despertar entonces? —La profunda voz del guardaespaldas lo terminó por despertar.

—¿Qué ha pasado? —Cuestionó cuando observó que la incomodidad en su brazo se debía a una intravenosa en su antebrazo.

—Te desmayaste a mitad de la reunión —TaeHyung frunció el ceño por la información, no había razones para que eso pasara, pero debía admitir que su cuerpo se sintió agotado durante los últimos días, no obstante, se lo atribuyo a las noches sin dormir y el hecho de escabullirse de JiMin sin que este lo notara. El omega en su interior rasgaba su pecho cada vez que le mentía al alfa.

—Buena forma de llamar la atención de todos, sobre todo de JiMin, terminó por mutar frente a toda la mafia.

—Eso no tiene sentido —El alfa era bastante cuidadoso con sus mutaciones o eso quería creer.

—Bueno, creyó que alguien había intentado envenenarte, su lobo entró en crisis y trató de arrastrarte por todo el lugar buscando protegerte —TaeHyung tapo sus ojos en busca de calma, la tranquila reunión para buscar información no terminó nada bien para gusto de él—. Deberías darle las gracias a YeonJun, de otra forma un lobo desquiciado te hubiera raptado.

—Nadie me envenenó, no comí ni bebí nada durante el tiempo que estuve ahí. ¿Sabes por qué quedé inconsciente? —Preguntó.

—El médico está realizando un examen de tu sangre, en unos minutos tendrán los resultados —Tranquilizó el alfa.

—¿Hemos descartado la opción más obvia? —TaeHyung quedó sentado con la espalda apoyada en el respaldo de la cama.

—Por supuesto.

—¿El resultado de la prueba de embarazo? —Cuestionó tratando de quitar la aguja de su piel.

—Negativa, como todas las que te he hecho —Un lento suspiro abandonó los labios de TaeHyung—. No hay bebé Park por el momento.

—Bien. Eso es algo bueno.

—Tu contrato también mencionaba el hecho de concebir herederos de JiMin —Habló HyunJin siguiendo los movimientos de las manos del omega.

—¿Piensas que es un buen momento para traer niños cuando todo el mundo quiere matar a su padre? —preguntó TaeHyung irritado, la aguja estaba demasiado profunda.

No hubo respuesta verbal del guardaespaldas, sabía mejor que nadie lo que el contrato estipulaba en las extensas hojas que se dispuso a firmar con calma aquella madrugada, pero no podía hacerlo, no ahora que conocía la importancia real de JiMin dentro de su vida.

¿Cómo podría darle más hijos, si ni siquiera pudo cuidar de su primogénito?

Debía atrasar lo más que pudiera aquel aspecto, su lobo se sentía reacio a dejarse embarazar y como precaución HyunJin comenzó a realizarle pruebas a escondidas de todos en la casa, como una petición de él, no podía dejar que nadie siquiera pudiera sospechar que hubiera un nuevo bebé en la casa, aunque lo tranquilizaba el hecho de que el azabache usara preservativo en cada ocasión.