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capítulo 24.

"TE PROTEGERÉ EN CUALQUIER FORMA QUE ADOPTE"

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El sonido de los muebles rompiéndose a su alrededor y los gruñidos del lobo eran todo lo que TaeHyung podía asimilar. Su cuerpo quedó atrapado dentro del nido cuando la anatomía del enorme lobo apareció a cambio de JiMin. Estaba asustado y al mismo tiempo demasiado adormecido, en la forma animal del alfa el olor de este era mucho más potente. Por lo que se encontraba adormilado con la cantidad de feromonas que desprendía el lobo.

Trató de moverse del lugar donde estaba porque apenas si podía ver algo, con ayuda de sus manos quitó algunas de las mantas para observar el caos a su alrededor. Su alfa estaba caminando de un lado a otro buscando una salida, era demasiado grande para caber por la puerta y los ventanales al fondo de la habitación se estaban volviendo una opción válida para el lobo. Era doloroso para TaeHyung oír los gruñidos profundos que dejaba salir JiMin en ese estado.

Nunca pensó que esta sería la reacción del azabache al enterarse de la muerte de su cachorro. Creyó que el alfa lo alejaría por ser tan incompetente o peor, terminaría haciéndole daño por ello, porque TaeHyung no fue capaz de proteger a su propio hijo. No había un buen panorama que el omega creyera que fuera posible pasar, se culpaba constantemente de lo que sucedió en el pasado, y no podían culparlo también por ello, la mayoría de omegas por no decir todos morían producto de la pérdida de sus cachorros. Y TaeHyung no lo hizo, por lo que su culpa aumentó.

Durante el embarazo el alfa era un pilar fundamental, debía entregar protección, cariño y enfundar al omega en un ambiente rodeado de su propio aroma para que el bebé conociera su existencia, para que supiera que fuera de aquel acogedor lugar lo esperaban personas que darían la vida por él. TaeHyung no pudo hacer nada de eso por su bebé, tal vez por ello fue que murió, era la única explicación que terminó convenciéndolo.

Su respiración se cortó cuando la cabeza del lobo se giró en su dirección. A diferencia de la última vez los ojos del lobo no eran rojos, sino de un negro brillante. Lo que terminó tranquilizando a TaeHyung porque entendió que esta forma de JiMin no era tan catastrófica como la del celo, su tamaño también se redujo considerablemente, porque estaba seguro de que no cabría en la habitación si tomara la forma pasada, aún así seguía siendo enorme.

La cabeza del lobo se acercó lo suficiente para comenzar a pasar su nariz y hocico sobre su cuerpo, inhalando profundamente su aroma, TaeHyung conscientemente dejó salir esté, provocando un suspiro aliviado del animal que le hizo cosquillas sobre la piel.

Mi cachorro. Mi hijo.

TaeHyung detuvo su accionar cuando oyó aquellos susurros casi desfigurados colarse por sus oídos. Miró a su alrededor, pero no había nadie más allí, a excepción de él y JiMin.

Iba a pasar la mano sobre la cabeza de su alfa para sentir su pelaje, cuando un grupo de hombres encabezados por Choi YeonJun aparecieron en la puerta. El lobo rápidamente se colocó delante de TaeHyung en un intento por detener la amenaza.

Mi omega.

TaeHyung recorrió con la mirada el lugar para saber de dónde provenía aquella voz. Era desconocida y familiar al mismo tiempo, era como si JiMin estuviera hablando muy en lo profundo.

—Mi luna, debe salir de aquí —Habló el guardaespaldas manteniendo una voz serena. Sin embargo, los ojos de este no se despegaban del imponente animal parado a unos metros de él—. Yo me encargaré de JiMin. Venga conmigo.

Cuando YeonJun hizo el intento de avanzar hacia el omega, el lobo dejó salir un profundo y desconcertante rugido que los paralizó a todos. TaeHyung gimió dolorosamente por la acción, se sintió asustado de lo que el lobo podría hacer.