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Seungmin estaba en su apartamento, tratando de encontrar un momento de paz, hace dos días que no veía a Hyunjin, se sentía algo avergonzado por haberse entregado a él, ahora sólo esperaba que el pelinegro no actuara diferente ahora que se había acostado con él.

Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando escuchó golpes fuertes en la puerta. Al abrirla, se encontró con Chan, su rostro contorsionado por la ira y los celos.

¿Qué demonios crees que estás haciendo con Hyunjin? ¡No puedes estar con él! -Seungmin trataba de mantener la calma, ver así a quien en algún momento fue su esposo, le trajo malos recuerdos de aquellos días donde era humillado y maltratado por él.

Chan, no tienes derecho a decirme con quién puedo o no puedo estar. Tú perdiste ese derecho cuando me trataste como basura – Chan dio un paso adelante, quedando cara a cara con Seungmin

¿Y crees que Hyunjin es mejor? ¡Él solo te quiere para presumir! No te ama, Seungmin. Nadie te amará como yo lo hice – con cada frase su voz se elevaba causando incomodidad en el menor quien no sabía que hacer ante esa circunstancia

Una sonrisa amarga apareció en el rostro del rubio, quien quería reírse con lo que acababa de escuchar - ¿Amor? ¿Eso es lo que llamas amor? Me engañaste, me mentiste y me trataste como si no valiera nada. Hyunjin puede no ser perfecto, pero al menos no me oculta quién es.

¡No entiendes nada! Todo lo que hice fue por nosotros. ¡Tú me perteneces! – gritó mientras intentaba sostener a Seungmin por los hombros, pero seungmin se alejó antes de ser tocado por él

No, Chan. No soy tuyo ni de nadie. Soy una persona, no un trofeo. Y merezco algo mejor que esta obsesión enfermiza – la voz llena de decisión confundió a Chan, Seungmin ya no era el chico sumiso que había conocido y eso no le gustaba

No puedes dejarme, Seungmin. No puedo vivir sin ti – la mirada reflejaba desesperación y rabia, no podía permitir que su muñeco fuera arrebatado de sus brazos.

Eso no es amor, Chan. Eso es algo enfermizo. Y no puedo seguir siendo parte de eso. Necesito encontrar mi propio camino, uno donde me sienta como una persona real y no esté detrás de alguien para que me ame – Seungmin sentía como un nudo en su gargante se formaba, pero no quería volver a llorar frente a su ex esposo.

Chan se quedó en silencio, su rostro una mezcla de furia y dolor. Seungmin intentaba cerrar la puerta de su apartamento, pero Chan la empujó con fuerza, entrando sin ser invitado. La tensión en el aire era palpable.

Chan, ¡sal de aquí! No tienes derecho a estar en mi casa – la voz temblorosa de Seungmin le hizo saber a Chan que estaba asustado y eso de alguna forma le gustaba

No hasta que me escuches. No puedo dejarte ir, Seungmin. No puedo – Chan tomó a Seungmin con fuerza por los brazos, sin importarle el dolor que pudiera causarle

¡Suéltame! Esto no está bien. Necesitas ayuda, Chan – Seungmin trataba de liberarse, pero no era tan fuerte para lograr safarse, el miedo inundo todo su ser y sentía que estaba a punto de entrar en pánico

No entiendes. Todo lo que hago es por nosotros. No puedo soportar la idea de que estés con Hyunjin – la mirada oscura de Chan empezaba a asustarlo, jamás lo había visto de esa forma, parecía poseído.

Justo en el momento en que Seungmin logró zafarse de Chan, la puerta del apartamento se abrió de golpe. Hyunjin entró, su rostro lleno de preocupación al ver la escena.

¿Qué está pasando aquí? – la voz firme de Hyunjin logró llamar la atención de Chan y Seungmin respiraba con dificultad

Hyunjin, Chan no quiere irse. Está fuera de control – Seungmin intentó acercarse a Hyunjin, pero su ex esposo lo detuvo tomándolo fuertemente de la muñeca, causando un quejido por parte del menor.

Esto no es asunto tuyo, Hyunjin. Esto es entre Seungmin y yo – la mirada de odio parecía no afectarle, estaba tan molesto que solo pensaba en partirle la cara a Chan

Cuando lastimas a Seungmin, se convierte en mi asunto. Sal de aquí antes de que llame a la policía – Hyunjin logró que Chan soltara a Seungmin quien inmediatamente se puso detrás de Hyunjin en modo de protección

¡No puedes decirme qué hacer! Seungmin es mío – gritó con furia

Seungmin no es de nadie. Y si no te vas ahora, te aseguro que enfrentarás las consecuencias – Hyunjin tomó la mano de Seungmin asegurándole que ya no estaba solo y que él estaba dispuesto a protegerlo

Chan, viendo la determinación en los ojos de Hyunjin, retrocedió. Sabía que no podía ganar esta batalla. Con un último vistazo lleno de resentimiento hacia Seungmin, salió

¿Estás bien? ¿Te hizo daño? – Hyunjin tomó el rostro de Seungmin mirándolo con preocupación

Estoy bien, solo... solo necesito un momento – el rubio sintió que ya no podía más y se soltó a llorar por fin

Hyunjin lo abrazó con suavidad, permitiéndole sentir un momento de consuelo en medio del caos. Hyunjin lo guió hacía el sofá para mayor comodidad del menor, quien obedeció

Seungmin, quiero que sepas que estoy aquí para ti. Puedes contarme lo que sea – Hyunjin aún no procesaba el hecho de lo preocupado que se encontraba y lo mucho que le importaba aquel hermoso rubio, pero después tendría tiempo para analizar aquello que estaba sintiendo, por ahora solo quería borrar las lagrimas que decoraban el rostro de Seungmin.

Seungmin tomó una profunda respiración, sintiendo que era el momento de abrirse.

Durante mi relación con Chan, siempre intenté ser el esposo perfecto. Hacía todo lo posible para satisfacerlo, para hacer que se sintiera feliz y orgulloso de mí. Pero nada era suficiente. Siempre encontraba algo que estaba mal, algo que yo no hacía bien – Seungmin se sentía avergonzado al escuchar su voz temblorosa, pero no quería dar vuelta atrás

Debe haber sido muy difícil para ti – el pelinegro intentaba empatizar con el menor

Soporté humillaciones, Hyunjin. Me hacía sentir pequeño, insignificante. Me decía que nunca sería suficiente, que siempre había alguien mejor. Y yo... yo lo creí. Me sentía sin vida, como si solo existiera para complacerlo – Seungmin tapó su rostro y recargó sus brazos en sus rodillas, se sentía expuesto, jamás había tenido el valor de hablar sobre ello.

Nadie debería hacerte sentir así. Eres valioso, Seungmin, y mereces ser amado y respetado por quien eres – Hyunjin se atrevió a tomar la mano del rubio

A veces me pregunto cómo pude soportarlo tanto tiempo. Me perdí a mí mismo en el proceso. Olvidé quién era y qué quería – fue el momento en que Hyunjin decidió abrazarlo mientras acariciaba suavemente la espalda de Seungmin, era la primera vez que lo veía de esa manera y sentía la fuerte necesidad de hacer lo que fuera por verlo feliz

Pero ahora estás aquí, y eso es lo que importa. Tienes la oportunidad de reconstruir tu vida, de encontrar tu propio camino. Y estaré a tu lado en cada paso, si me lo permites – Seungmin le concedió una pequeña sonrisa mientras limpiaba las lagrimas en su rostro

Estoy agradecido de que hayas llegado a tiempo – susurró Seungmin

A partir de este momento, seré todo lo que necesites. Tu amigo, tu guardaespaldas, tu esposo, seré todo lo que quieras Seungmin, movería todo el mundo por ver esa hermosa sonrisa tuya - Seungmin sintió una calidez en su corazón, una sensación de esperanza que no había experimentado en mucho tiempo. 

TrofeoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora