Por Qué no dejo de pensar en ti?

#05

                           Dolor de cabeza

Terminamos de comer, y nose como terminamos juntos en una banca riendo y haciéndonos muchas preguntas hasta que hong empezó a hacerme más y
Más preguntas y una que otra personales.

—¿Tienes novio?— Preguntó con una sonrisa, inclinándose un poco hacía mí. Su pregunta me hizo hasta tartamudear, avergonzadamente y ruborizado respondí —Bueno, yo, digo yo bueno, este nunca e tenido novio ni novia, mi padre me
Ha prohibido tener amistades y
Mucho menos novias, nunca se me vino la idea un... un novio..— Repondí apenado. Hong al escuchar mi respuesta hice que el soltara una carcajada, sin poder evitarlo.

—¿Nunca has tenido novio?— Repitió, riendo ligeramente.—Pero, eres tan bonito y amable... cómo que nadie ha intentado conquistarte.—

—Bueno nunca fui a la escuela me criaron de casa y la vez que fui me adelantaron años ya que era muy adelantado a mi nivel como estudiante, entonces los exámenes mayormente eran en mi casa o en la oficina del director.— Respondí con algo de angustia, por contarle mi vida tan aburrida, en ese instante le devolví la pregunta —¿Y tú tienes novio?— hable mirándolo directamente a sus brillantes ojos. Hong se quedó en silencio un momento mientras escuchaba atentamente mi respuesta, notando mi angustia mientras hablaba de mi educación.

Se incorporó un poco cuando le devolví la pregunta, mirándolo de vuelta a los ojos.

—No, nunca he tenido novio.— Respondió con sinceridad, encogiéndose de hombros ligeramente. —No he tenido buenas experiencias con relaciones, así que prefiero estar soltero últimamente.—

—Entiendo.— Respondí asintiendo, empezamos a conocernos un poco más, hasta que llegó la hora de irnos a casa.

—Fue un gusto conocerte ¿Mañana nos juntamos?—

Asintió con la cabeza mientras escuchaba mi pregunta, sentí un pequeño revoloteo en mi estómago al saber que quería seguir hablando conmigo. —Claro, me agradaría mucho.— Respondió, sonriendo ampliamente. —Nos vemos mañana, entonces.—

Cada uno siguió su camino y yo no pude evitar irme todo el camino sonrojado, hong era un chico lindo y gay muy gay, nunca estuve relacionado pero creo que me llama la atención. Me preguntaba si él sentiría lo mismo. ¿Habría notado la forma en que me sonrojé cuando estábamos juntos? ¿Habría sentido la conexión que yo sentí?

No podía dejar de pensar en él, y me encontraba buscando excusas para verlo de nuevo. Me pregunto si debería intentar hablar con él de nuevo, o si debería dejar las cosas como estaban.

Pero una cosa era segura: mi corazón latía con emoción cada vez que pensaba en Hongjoong, y no podía ignorar por más tiempo. Traté de ocultar estos absurdos pensamientos, no debería tenerlos no puede ser así "tengo que dejar de pensar en el", me dije a mi mismo mientras ordena mis cosas para mañana, volví a mi cuarto y decidí pintar algo. Me senté en mi cuarto, delante de mi caballete, y comencé a pintar. Traté de dejar que mi mente se despejara y me concentré en la tela y los colores. Pero no podía evitar que mi mente volviera a Hongjoong.

Empecé a pintar un paisaje, pero pronto me di cuenta de que estaba pintando un retrato de él. Me sorprendí a mí mismo sonriendo mientras pintaba sus ojos, su sonrisa, su cabello.

"¿Qué estás haciendo, Seonghwa?", me pregunté a mí mismo. "Debes dejar de pensar en él".

Pero no podía parar. Seguí pintando, perdido en mis pensamientos. La pintura comenzó a tomar forma, y pronto vi que había creado un retrato preciso de Hongjoong.

Me sentí un poco avergonzado, pero también emocionado. No sabía qué significaba esto, lo que sí sabía es que tenía que reprimir estos sentimientos lo antes posible, o mi padre me mataría, uno por tener un hijo gay y dos porque podría descuidar mis estudios si estoy con la cabeza en las nubes tengo que deja de pensar en el, es un estúpido solo tiene la cara, la personalidad y la actitud linda, nada más, el es... es un dolor de cabeza. "Es solo una tontería", me dije a mí mismo. "No significa nada. Es solo una atracción física".

Pero sabía que no era cierto. Sentía algo más profundo, algo que no podía explicar. Y eso me asustaba.

Decidí que debía evitar a Hongjoong en lo posible. No podía permitir que mis sentimientos me controlaran. Me concentraría en mis estudios y olvidaría que él existía.

Pero mientras me acostaba esa noche, no podía evitar sonreír al pensar en él. Y supe que no sería fácil, efectivamente sería mi nuevo dolor de cabeza. Al día siguiente, hice mi rutina matutina, higiene personal, limpiar cuarto e hogar, desayuno e ir a la universidad, al llegar pude ver un Hongjoong arreglado que me saludaba con los ojos, yo puse los ojos en blanco con una sonrisa y me senté en mi respectivo lado. Se río suavemente al ver el gesto que hice con mis ojos cuando me senté a su lado. —Hey ¿Dormiste bien?—

— Si, si dormí, bien no dormí nada así que si me disculpas....— dije acomodándome para dormirme en mi pupitre. Arqueó ligeramente la ceja cuando le dije que no había dormido nada, observando como volvía a intentar dormir. —Hey, ven aquí.— Me dijo con suavidad, tirando ligeramente de mi camisa. —No vas a poder dormir así.— Diciendo eso me acurrucó en sus brazos y no pude evitar que mi corazón dará un vuelco. Diciendo eso me acurrucó en sus brazos y no pude evitar que mi corazón dará un vuelco, para calmar el asunto hice una broma —Que buen sirviente/almohada que tengo te voy a conservar chiquitín.— Terminando de hablar agarre sus mejillas y las pellizque juguetonamente. Río cuando hice la broma, pero se le cortó la risa cuando sintió su rostro calentarse levemente al sentir como le apretaba las mejillas y las pellizcaba juguetonamente. —Hey, no las jales.— Puso sus manos sobre las mías, tratando de quitarmelas de su cara.—¿Ahora yo soy tu sirviente acaso?—

—Si, eres perfecto para serlo, ahora déjame dormir.— diciendo esto jale su brazo y lo puse como almohada en el escritorio. Bufó ligeramente cuando le dije que era perfecto para ser mi sirviente, pero se quedó callado cuando le jalé y le use como almohada en el escritorio. Miré con mi mejilla presionada contra su mano. Sonrió ligeramente cuando vio que abría los ojos, pero su sonrisa se amplió un poco al notar lo sonrojado y exaltado que estaba. —Oh, te quedaste dormido encima mío.— Dije, sin darle importancia al asunto.—¿Te duele la espalda?—

—Mmm...no la verdad eres bastante cómodo.— comente tapándome la cara con vergüenza. Soltó una carcajada ante mi respuesta y noto tapándome la cara con vergüenza, sonrío ampliamente y sentí la calidez en mi corazón ante su reacción.

—¿En serio?— Preguntó en broma, aún manteniendo una sonrisa.—¿Acaso te parece cómodo descansar encima de mí?—

—No contestaré tus preguntas.— haciendo un puchero trababa de bajar de sus piernas hasta que toque algo particular, lo cual hizo que me ruborizara hasta mis orejas y corrí al baño de la vergüenza. Observó con diversión como comencé a ruborizarme y sintió que toque, lo cual hizo que soltara una pequeña carcajada.

—Hey, ¿ahora qué pasa?— Preguntó, levantándose del asiento y siguiéndome hacia el baño.

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