Alice
El despertar a las personas a las siete de la mañana solo para asistir a la escuela debería de ser todo un delito. Absolutamente nadie quiere ir a la preparatoria a saber sobre los átomos y como cuando se juntan crean seres humanos o yo que se.No sé ni siquiera porque tomaba está clase cuando no me iba a ayudar en nada para la carrera que quería estudiar. Mi pregunta es, ¿si los profesores solo dan una materia porque nosotros tenemos que aprendernos más de ocho clases en todo el semestre?
Deje de prestar atención a la clase desde el momento en que la maestra cruzo la puerta del salón y con su voz chillona nos daba las buenas tardes a todos con una sonrisa meramente fingida porque ¡Vamos! A nadie en el mundo le gusta trabajar.
Mí mente comenzó a viajar y divagar entre todos los libros que me había leído sintiendo que en realidad había visto una película en mi cabeza, imaginando que yo era la protagonista de esas historias y tenía mi final feliz.
Creo que me estoy volviendo muy esquizofrenia de tanto que evado la realidad hundiéndome entre mi imaginación.
–Señorita Alice– la maestra llamo mi atención poniendo las manos como garras en sus caderas– cierre la boca porque sino una mosca entrara en ella.
Las risas de mis compañeros fueron lo que le siguieron al comentario de la maestra junto a algunos murmullos. No era una nueva noticia que no prestaba atención a esta materia, en realidad era la peor. Pero simplemente no podía poner atención a algo que no me atraía en nada.
Mis mejillas se comenzaron a calentar y cubrí mi rostro detrás del libro tratando de evitar contacto visual con cualquier persona que se encontrará a mi alrededor.
–¡Vamos tontin, presta atención!– murmuró Liss, una de las chicas que si se podía decir en forma de libro era la abeja reina del salón.
Su mejor pasatiempo era molestar a todos solamente por el hecho de ser la líder de las porristas.
El maldito apodo de tontin me lo habían puesto en el segundo semestre de preparatoria cuando me tropecé con mis pies y rodé por las escaleras. En mi defensa el piso estaba muy disparejo.
–No le hagas caso– susurro Lila a mi lado– ya sabes que es una cabeza hueca.
Asentí bajando la mirada, Lila es mi mejor amiga desde siempre, y como no íbamos a serlo si su casa está frente a la mía.
Digamos que nuestra amistad surgió un poco anormal a la de otras chicas, yo estaba jugando con mi hermano y su amigo Aleck con una pelota de fútbol, cuando la pelota se nos fue a la calle y cuando iba a tomar la pelota entre mis manos pude ver qué Lila venía hacia a mi en la bicicleta, iba curveando porque apenas estaba aprendiendo y termino por estamparse conmigo y caímos al suelo.
Ella termino con un brazo roto y yo con un chichon en la cabeza.
El timbre resonó por todo el instituto dando por terminada mi mayor tortura: la clase de química.
Pase la correa de la mochila por encima de mi hombro y junto a Lila salimos del salón.
–Mi hermano me recogerá hoy, iremos al centro comercial– ella asintió.
Ella y mi hermano no tenían una muy buena relación, Lila cuando tenía doce años se le declaró y él como buen patán que es la rechazo diciendo que solo la veía como la amiga de su hermana.
–Entonces te veré mañana– nos detuvimos cuando estuvimos en la salida del instituto.
El coche de mi hermano estaba estacionado en la acera de la calle y se podía escuchar desde aquí que estaban con la música al máximo y si no le bajaban posiblemente le podrían poner una multa.
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¿Me voy o me quedo?
RomanceAlice va a la nueva librería de su ciudad, se lleva a casa un libro que le llamo la atención y del cual nunca había escuchado hablar, ¿qué pasa cuando ese libro hace que te conviertas en su protagonista? Un mundo donde ahora ella es la aprendiz del...