Capítulo 650: Nosotros no podemos retirarnos (6)

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Alberu miró a Mary y al dragón mestizo antes de mirar a los dos que estaban a su lado y ya no al lado de Mary mientras comenzaba a hablar.

—Eruhaben-nim.

Eruhaben había abandonado el Dragón de Hueso y descendió junto a Alberu. Mila estaba a su lado.

Los dos dragones miraron hacia el octavo monstruo.

"...Mmm."

La mamá de Dodori, Mila, gimió.

Se frotó el brazo con la mano. Tenía la piel de gallina en los brazos y sudor frío en la espalda.

"¡Chhhhhhhhhh–!"

"¡Sssss, ssssss!"

A diferencia de la Anguila Eléctrica que chillaba en su intensa batalla con Choi Han, el Dragón León simplemente miró a su alrededor en silencio. Mila podía sentir un poder abrumador que provenía del monstruo.

Un dragón como ella nunca había sentido ese tipo de emoción antes.

'Miedo.'

Subconscientemente tuvo un pensamiento una vez que nombró la emoción que sentía hacia este monstruo que era más fuerte que ella.

"No podemos vencerlo."

No podrían vencerlo incluso si los Dragones se involucraran.

Este monstruo se sentía tan fuerte que pensó que si los dioses realmente existieran, se manifestarían así.

"Eru-"

Se giró hacia el antiguo Dragón que tenía más experiencia que ella antes de que su expresión se endureciera por una razón diferente.

"...Tú, ¿estás pensando en...?"

Oooooo– oooooo–

Numerosas partículas de polvo dorado se acumulaban alrededor de Eruhaben. El maná cercano también retumbaba.

Como alguien que conocía la edad de Eruhaben, Mila sabía que no le quedaba mucho tiempo de vida. Que alguien así canalizara tanto maná solo podía significar una cosa.

'¿Está pensando en arriesgarlo todo en esta pelea?'

Podía leer las intenciones de Eruhaben a través de su sonrisa.

«Eruhaben está arriesgando su vida».

Mila no lo notó, pero la fuerte voluntad de luchar del Dragón más antiguo del mundo había alejado inconscientemente su miedo.

"Los dragones son fuertes y viven mucho tiempo. A cambio, debemos trabajar duro para asegurarnos de que se respeten las leyes del mundo".

Por eso necesitaban detener a la raza demoníaca, a la raza divina y a cualquier otro individuo de otros mundos que intentara destruir este mundo.

Pero ese sentido de responsabilidad no fue la razón por la que Eruhaben decidió hacer todo lo posible.

Pensó en las personas que Eruhaben apreciaba. Pensar en el futuro que Eruhaben esperaba le hizo pensar en Dodori, la persona que tanto apreciaba.

El momento en que Mila estaba sumida en sus pensamientos...

La mirada del Dragón León se movió.

Esta fue la primera vez.

Fue la primera vez que los ojos dorados del monstruo fluctuaron un poco.

Eruhaben sonrió en respuesta.

"¿Finalmente me viste?"

El Dragón León miró a Eruhaben.

Su comportamiento era diferente a como había tratado a Alberu y las Ballenas como si fueran pequeñas moscas molestas.

BOOK I: UN HÉROE NACE 4.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora