𐚱 🌾 ᎓ ( 04 ) ⩨ comienza la aventura᠉

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Cabe resaltar que los padres de Mayu notaron que algo no andaba bien con su hija desde hace bastante tiempo, por eso decidieron llevarla a una psicóloga, una cosa que a ella le aterraba, porque contarle tus problemas más grandes, que ni siquiera te daba el coraje de decírselos a tus padres, a una persona que ni siquiera conoces, es ser vulnerable, es exponerte a que opine lo que quiera sobre lo que sea que estés sufriendo; nunca puede faltar el "no es para tanto", "hay gente que está peor que tú", "no exageres", "no sé por qué tanto drama si tienes todo, hay quienes no tienen ni una cama", esas típicas frases, que más que hacernos reflexionar sobre nuestros pensamientos y sentimientos, nos hace sentirnos culpables del porqué sentimos lo que sentimos, y por ende perdemos la confianza hasta en las personas más cercanas a nosotros para decirles lo que sentimos. El esconder nuestros problemas surge a raíz de eso. Mayu se lo guardó todo. No creció con un apoyo. No creció con alguien que la guiara. No creció con un amigo de confianza. No tuvo una infancia trágica ni nada, pero siempre ha sentido que el mundo se le venía encima, porque ni siquiera es capaz de relacionarse con las personas, solamente con Abril y sus amigas.

A los ocho meses de haber empezado sus citas con la psicóloga, ésta le dio su diagnóstico de trastorno del espectro autista.

Su reacción no fue mala. Sí lloró, pero no porque estuviera triste, sino que fue más una sensación de alivio. Mucho alivio. El saber que ella es como es a causa de esa condición, la liberó de esa carga de sentirse una "rara", "enferma mental", "que algo estaba mal con ella". El autismo ni siquiera es una enfermedad mortal, ¿para qué llorar por ser autista si ni siquiera vas a morir por eso? Saber que ella es autista hizo que cambiara su forma de verse a sí misma. No se siente una víctima por todo lo que vivió, puede hacerse responsable de ella misma porque ahora puede hacer cosas al respecto, por ejemplo, por su sensibilidad en el oído, usa audífonos intrauriculares, que son para sensibilidad sensorial; duerme con ellos, así que por primera vez en muchos años, puede dormir entre siete y ocho horas de corrido. Otra cosa es que para autoregularse en lugares como pueden ser la calle, que está lleno de personas y ruido, mueve lo que se conoce como cubo infinito debajo de la manga; ese juguete y las bolas antiestrés la ayudan a calmarse. Poco a poco está cambiando sus hábitos para vivir mejor. Abril, Kamiko, Ohana y Rieka la escuchan, la consuelan, la entienden, la hacen sentir segura, y eso es de mucha ayuda para Mayu, que durante gran parte de su vida ha estado sola.

En la escuela dejaron de molestarla no solo por Abril, sino porque la psicóloga del colegio les dio una charla sobre el respeto por las personas autistas (y con otras condiciones como el Trastorno de Déficit de Atención, por ejemplo), y mencionó que Mayu actuaba como actuaba por ser autista. Por fin llegó la paz para ella.

Mayu ha estado aprendiendo mucho más sobre el autismo. Entendió que cosas como hacer movimientos con las manos, hablar sola, estar muy cansada, tener problemas para socializar, escuchar y oler cosas que otros no, son normales. Va a ser muy agotador vivir toda una vida así, pero está acompañada de su psicóloga, sus papás, y sus nuevas amigas. Ya se ha trazado metas accesibles, ahora que sabe cómo vivir adecuadamente. Esos días oscuros de depresión eterna han terminado, finalmente.

 Esos días oscuros de depresión eterna han terminado, finalmente

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𝐌𝐈 𝐂𝐇𝐀𝐑𝐑𝐔́𝐀  ┆  capitán tsubasaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora