Capítulo 22.

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—Nos vemos en la tarde —Jungkook murmura contra los labios de Jimin, ya llevan un rato así, abrazados y dándose incontables besos de despedida—. Dios, no quiero irme. Se me hará eterno el día sin ti.

—Oww —Jimin se ríe y le llena de besos la mandíbula—. No exageres, son solo unas cuantas horas.

—Para mi alfa eso significa una eternidad. Una larga tortura en la que no tendré a mi omega a mi lado. Para besarlo, abrazarlo y llenarme de su aroma.

Jungkook entierra su rostro en la fuente de aroma del omega y aspira hondo, gruñendo al momento y ejerciendo presión en la cintura de Jimin, pegándolo más a su cuerpo.

Jimin hace lo mismo y aprovecha la cercanía para inhalar la esencia de canela picante del alfa.

De alguna forma, se están marcando el uno al otro con sus aromas, para así hacer un poco más llevadero el tiempo que pasen alejados.

—Tienes que irte ya —Jimin dice con voz bajita, con sus labios casi presionados contra el cuello del alfa—. Se te hará tarde y yo tengo cachorros que atender.

—Lo sé —se queja y rueda los ojos—. ¿Me dejarás al menos llevarlos a cenar algo esta vez?

—Jungkook, tienes mucha comida en tu casa como para que gastes en un restaurante y-

Jungkook lo besa para callarlo. Jimin honestamente adora que lo interrumpan de esa forma.

—Me encanta que seas así de razonable; pero debes saber, mi querido omega, que el dinero no es problema alguno para mí —Jungkook agarra su rostro entre sus dos manos—. Cuando seas mi esposa, no tendrás presupuesto alguno para tus labores de ama de casa, podrás cocinar cuando quieras y comprar cuantas cosas se te dé la gana.

Jimin suspira con las bellas promesas de Jungkook, sobre cómo se refiere a él como su futura esposa y quien cuidará de su hogar. Su omega.

Lástima que él nunca podrá darle a su alfa algo tan esencial como los cachorros.

Basta, Jimin. Si no quieres seguir atormentándote con esto entonces debes decírselo a Jungkook. Él no merece seguir engañado e ilusionado con un omega que no podrá hacerlo enteramente feliz. Nunca.

Y él sabe que está siendo egoísta, porque Jungkook es un alfa maravilloso y no quiere romper el sueño tan hermoso en que ambos se han sumergido. Quiere seguir pretendiendo e imaginándose un futuro en donde Jungkook se enlaza con él, se casan y Jimin logra embarazarse muchas veces. Tal y como Jungkook lo dijo, muchos bebés.

—¿En qué tanto piensas, hmm? —Jungkook le acomoda un rizo tras la oreja—. No te estoy agobiando con mi intensidad, ¿o sí?

—No —Jimin casi se ríe—. Me gusta tu intensidad —hace como que le acomoda la corbata.

Jungkook vuelve a gruñir por lo bajo. Al parecer, tirarle de la corbata es un estimulante para el alfa —No deberías decirme eso cuando se supone que tengo que irme ya.

—¿Ah, no?

—No. Ahora tendré que volver a besarte. Y tú, mi omega, tendrás que volver a cubrirme con tu aroma. Quiero que todos en mi empresa sepan que soy tuyo. Tu alfa.

—Jungkook... —Jimin siente que se desvanece entre sus brazos—. Tú... no puedes... Dios, no puedes simplemente soltar cosas como esas, harás que tenga un accidente aquí... —admite con vergüenza.

Todo su agobio ha sido rápidamente reemplazado por una ola de excitación. Santo cielo, soy un fácil.

—¿Un accidente? —pregunta el alfa con picardía—, ¿aquí abajo quizás? —le aprieta el culo sin ningún tipo de pudor.

kiwi  ᡴꪫ  kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora