Capítulo 7: Sensaciones

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—Aquí mi informe —señala Marina entregando las carpetas y unas hojas impresas con sus notas.

—No tenías que entregármelo hoy, es obvio que no has dormido —afirma Axel centrando su mirada en los ojos de la castaña.

—Ayer me distraje en otras cosas y no pude hacerlo por eso lo llevé a casa y lo terminé para entregártelo hoy. —Bosteza.

—Está bien, lo leeré y te daré mis comentarios. —Sonríe.

—Ok, ¿debo hacer algo más?

—De hecho sí, quiero que te recuestes en mi sofá y descanses mientras termino de revisar algunos informes. —Señala una montaña de papeles que adornan un día más su escritorio.

—No es necesario, descansaré cuando llegue a casa.

—Pasarán varias horas antes de eso.

—No importa, déjame ayudarte —ofrece mirando el cúmulo de documentos.

—Está bien, si insistes... toma. —Le entrega algunos formatos—. Separa los que ya están aprobados de los que no y de los que no lo estén revisa las observaciones para saber qué les hace falta para su aprobación.

—Ok.

La castaña toma los papeles y se sienta nuevamente en el sillón de cuero frente al escritorio de Axel, empieza a ojearlos sobre sus piernas.

—Debes estar incómoda ahí.

—No, porque desde aquí puedo verte y eso alegras mi día —afirma Marina guiñando uno de sus ojos azules.

—No tienes remedio, entonces concéntrate y has lo que te dije.

—La verdad es que sí tengo remedio, tú conmigo terminando lo de ayer.

Inmediatamente Axel vuelve a observar los documentos.

—No se puede terminar lo que no debió iniciar, así que no hablemos más del tema.

—Pero si no hemos hablado, si lo hacemos seguramente solucionaré tus preocupaciones y llegamos a una conclusión que estoy segura beneficiará a ambos.

Le ofrece una amplia sonrisa mientras piensa en contarle sobre su adopción. Ahora que sabe un poco más sobre la familia Brown, está segura que la relación de los hermanos se empezó a distanciar desde que su padre vivía en Estados Unidos y que al casarse y marcharse hizo que la brecha creciera. Además, dejó a su hermano menor solo y con toda la responsabilidad de una empresa aun siendo joven. Estaba segura que eso no es algo que refuerce el amor filial. Así, que aquello explicaba el hecho de que Axel supiera que su hermano tuviese una hija, pero desconocer el hecho de cómo se convirtió en papá.

— ¡Para!, no hables más, debo concentrarme.

—Ok... pero en algún momento no sólo tendremos que hablar, sino también actuar —insta mientras empieza a revisar los documentos sin dejar que su sonrisa desaparezca.

En su defensa, cuando aceptó venir a Estados Unidos, no planeaba nada de romance ni pasión en su vida. Esto había quedado relegado por la tristeza al perder a su familia. Sin embargo, conocer a Axel Brown había despertado en ella un interés sin igual y un deseo que sobrepasaba toda dimensión, por lo cual no estaba dispuesta a ceder, incluso si tuviese que enfrentarlo a él y a sus contradicciones morales.

Un par de horas pasan entre la ojeada de papeles hasta que Marina cae dormida en el sillón, sin siquiera darse cuenta de que con esta acción los documentos habían sido esparcidos entre su regazo y el suelo. Axel, quien ha disfrutado de la imagen poco a poco, sin ofrecer comentario alguno, ahora se ha tomado un breve descanso para sonreír frente a ella, se ha acercado de la forma más silenciosa posible y la contempla con mucho interés.

Tío eres mi obsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora