black and white

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"Buenos días, Suguru."

Suguru sonrió abriendo la puerta un poco mas. "Buenos días, Satoru". El alfa entró a la casa, limpiando sus zapatos antes de dejar su bolso en el suelo "Llegas temprano".

Satoru asintió. "Mis disculpas, se te hizo tarde ayer y quería asegurarme que no ocurriera lo mismo hoy".

Suguru se sonrojó, bajó la mirada. "Gracias, Satoru".

"De nada"Inclino su cabeza "Megumi sigue durmiendo".

"Sí "Suguru le indicó a Satoru que lo siguiera hasta la cocina. "No fue una muy buena noche para ninguno de los dos". Abrió el gabinete. "¿Quieres un poco de café?"

"Por favor". Satoru miró las manos de Suguru y luego su rostro. "Estás muy cansado".

"Sí" Suguru se había visto en el espejo, era como si pesadas bolsas hubieran crecido debajo de sus ojos por la noche. "Megumi tuvo pesadillas y cuando por fin consiguió dormir, comenzaron las mias"

Satoru estuvo a Suguru cuando tomo la leche "La negra está bien". Presiono la taza caliente contra sus labios y dio un largo trago. "No deberías ir hoy a trabajar".

Suguru vertió leche en su propia taza de café, y sonrió con pereza. "Eso quisiera, no pensé que extrañaría tanto a mi hijo". Golpeó la cuchara al borde de la taza dos veces. "Tengo que trabajar, debo proveer para Megumi y para mí. Al final valdrá la pena". Suguru asintió para sí mismo: "Sé que valdrá la pena".

"Quieres mudarte a Alaska". Satoru terminó su café y lo dejó en la mesa. "Nací ahí".

Los ojos de Suguru se iluminaron. "¿Naciste ahi? ¿En Alaska?"

Satoru asintió una vez "Sí, en Barrow".

Suguru tomó un sorbo, dejando su taza al lado de la vacía de Satoru. "Hace mucho frío allí. No creo que podamos vivir ahí, tal vez en Sitka".

"Hm, Sitka es muy bonito". Satoru se cruzó de brazos. "¿Por qué Alaska?"

El omega se encogió de hombros y volvió a agarrar su taza de café. "Siempre quise ir, desde que era joven. Mi madre estuvo ahí y me trajo una camiseta". Suguru se mordió el labio y sonrió. "Las fotos eran hermosas".

"Los mitad-lobos no son muy comunes ahí. Debes ser aceptados por medio del consejo, dentro del territorio".

Suguru se aclaró la garganta suavemente. "Sí, lo sé, es algo que me preocupa".

"¿Crees que no serás aceptado?"

Suguru rió tristemente: "Un omega mitad-lobo, enlazado pero sin pareja, con un hijo, no parece que las cosas estén a mi favor ".

Satoru inclinó la cabeza. "Eso es cierto, pero aun así lo intentarás".

"Lo haré" Suguru lo miro directo a los ojos. "Porque sé que estaré a salvo con Megumi, lejos de todo lo que ocurre aquí.

"Ya veo". Satoru se sirvió una segunda taza de café. "Si no te aceptan, te ayudaré a entrar".

Suguru casi dejó caer su café, removiendoce hasta invadir un poco el espacio personal de Satoru. "¿Lo harás? ¿Cómo?"

Satoru miró fijamente al pequeño omega, sosteniendo su taza con una mano. "Soy muy conocido ahí, y también es mi lugar de nacimiento. No te rechazarán".

Suguru dejó su taza y rodeó el torso de Satoru con sus dos brazos. El alfa estaba extremadamente cálido y Suguru probablemente no debería haberlo hecho, pero no tenía control sobre sus extremidades en ese momento.

Suguru evitaba a los alfas como si fueran la plaga. Cuando iba al supermercado y alguno coqueteaba con él, Suguru ni siquiera le prestaba atención. Suguru mantenía una actitud muy fria con ellos; algunos pensaban que era porque ya tenía un alfa, pero eso no le importaba.

A Little Cold Heart (Satosugu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora