13. Desconectar

175 4 0
                                    

Chiara llegó a casa con una sonrisa aún en su rostro, el recuerdo del fin de semana y el beso en la mejilla de Violeta fresco en su mente. Eran las cuatro de la tarde, y la casa estaba tranquila, con la luz del sol entrando suavemente por las ventanas. Apenas cerró la puerta detrás de ella, su hermano menor, Joey, la sorprendió saltando sobre ella con una risa contagiosa.

—¡Chiara! —exclamó Joey, abrazándola con fuerza mientras ella lo levantaba del suelo, riendo junto con él.

No mucho después, Jasmine, su hermana, apareció corriendo desde la sala, uniéndose al abrazo. Chiara se inclinó para recibirla, rodeando a ambos con sus brazos y sintiéndose feliz de estar de vuelta.

—Te extrañamos, Chiara —dijo Jasmine, mirándola con una sonrisa brillante.

—Yo también los extrañé mucho —respondió Chiara, soltándolos suavemente para quitarse los zapatos y dejar las llaves en la mesa del recibidor—. ¿Cómo les fue este fin de semana? ¿Se portaron bien?

—¡Sí! —respondió Joey con entusiasmo—. Fuimos al cine , y después fuimos a comer helado.

—Y también jugamos en el parque. —agregó Jasmine—. ¿Cómo te fue a ti en el barco?

Chiara se rió, llevando una mano a su cabello para arreglarlo mientras se sentaban en el sofá.

—La pasé muy bien. El lugar era hermoso, y pasé mucho tiempo con mis amigos. Nadamos, surfeamos y encontramos lugares increíbles —dijo, sus ojos brillando al recordar especialmente la cueva secreta que había mostrado a Violeta.

Jasmine la observó con curiosidad—. ¿Algo más pasó?

Chiara sonrió, pensando en cómo describir todo sin dar demasiados detalles—. Conocí más a todos y... bueno, fue un fin de semana especial. Ya les contaré más, pero ahora me preguntaba si les gustaría salir un rato al parque. Podemos llevar algo de comer y pasar la tarde juntos.

Joey saltó emocionado—. ¡Sí, sí, sí! ¡Vamos al parque!

Jasmine asintió con una sonrisa—. ¡Me parece una idea genial!

Chiara se sintió cálida por dentro al ver la emoción de sus hermanos. Era el cierre perfecto para un fin de semana lleno de emociones. Pasar tiempo con ellos le recordaba lo importante que era estar presente en sus vidas.

—Entonces, vamos a preparar algunas cosas y salimos en un rato —dijo Chiara, levantándose con energía, feliz de estar en casa y emocionada por pasar una tarde tranquila con sus hermanos.

Chiara condujo hasta el parque con Jasmine y Joey, disfrutando del aire fresco que entraba por las ventanillas abiertas. Joey, como siempre, estaba lleno de energía, moviéndose en su asiento con impaciencia mientras se acercaban al parque. Aunque no tenía el mismo diagnóstico de TDAH que Chiara, su energía inagotable siempre la hacía sonreír.

—¡Llegamos! —anunció Chiara mientras estacionaba el coche.

Apenas el motor se apagó, Joey ya estaba abriendo la puerta y saltando fuera, corriendo hacia los toboganes y columpios del parque.

—¡Joey, cuidado! —gritó Jasmine con una risa, mientras Chiara se bajaba con más calma, cerrando la puerta del coche.

—Siempre tan lleno de energía —comentó Chiara con una sonrisa, observando cómo su hermano pequeño se lanzaba por el tobogán con una risa contagiosa.

—Es como tú cuando eras pequeña, no me dejabas en paz.—respondió Jasmine, riendo mientras ambas se dirigían a un banco cercano, desde donde podían vigilar a Joey.

Se sentaron, disfrutando del ambiente tranquilo del parque. La tarde era perfecta, con una brisa suave y el sol comenzando a bajar, dándole un tono dorado al cielo.

Un Amor de Verano. KIVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora