Ship: Cesark
Semana: 1/7A Mark siempre le gustaron las rosas, amaba aquellas flores de color rojo oscuro, y Cesar sabía esto.
Cesar había crecido en una zona bastante plagada de estas bellezas, y de vez en cuando, hacia un ramo para Mark, ya sea siendo alguna fecha importante, o por simple detalle.
Cada semana, él entregaba por lo menos 10 rosas a su pareja, ya se había vuelto una clase de ámbito amoroso entre ambos, y a Cesar no le molestaba perder unas cuantas flores con tal de ver al de ojos castaños sonreír.
Y esta semana, había un pequeño cambio en aquel tierno y amoroso ámbito.
Esta semana Mark hasta ahora había recibido ocho rosas, algo que le parecía muy extraño, puesto que normalmente el terminaba la semana con diez rosas anticipadas.
Obviamente no le molestaba recibir menos o más, cualquier pequeño detalle de Cesar era como un gramo más de azúcar.
Pero le extrañaba. Hoy a la tarde se juntarian a tener una noche para ambos, ya que el trabajo de profesor de Cesar, y el trabajo de enfermero de Mark no chocaban nada bien a la hora de tener tiempo.
Estaba tomando un café en su cocina, esperando al de cabellos oscuros, el día se encontraba parcialmente despejado, con alguna que otra nube pero nada grande.
La amarga bebida quedó en el olvido, puesto que el castaño daba vueltas y vueltas con la cuchara en su café.
Cuando un ruido lo saco de aquel transe, eran los golpecitos particulares que Cesar le daba a la puerta principal de su casa, para dar a entender que era el quien esperaba ser recibido.
Con una sonrisa, cruzó de la cocina a la sala principal, con las llaves en mano.
Apenas abrió, su pareja se tiro a abrazarlo y llenar su cara con besos, dejando levemente aturdido pero feliz a Mark.
- Hola amor, pasa -. Dijo Mark, dándole el paso libre al alto, este asintió y paso.
Cuando Mark cerró la puerta detrás de él, Cesar le entregó una rosa, con una sonrisa significativa.
Mark rió suavemente y agarró con cuidado la flor, tratando de no lastimarse con las espinas.
- Gracias amor -. Agradecio, besando a Cesar en la mejilla, para luego preguntar - Amo todos tus detalles, y los aprecio, pero tengo una duda, ¿donde esta la décima? - preguntó, Cesar sonrió, agarrando la flor que Mark sostenía y dejándola en una mesita cercana.
Cesar rió y respondió: - La décima es la más importante y bella para mi, y no creo poder dártela, amor -. Dijo, fingiendo lamento, Mark se extraño - ¿Por qué no?, ¿sucedió algo? -. Pregunto Mark.
Cesar acarició la cara ajena, con una sonrisa, - Porqué la tengo enfrente mío, y quiero tenerla conmigo, para siempre -. Mark sintió como su corazón latía lento pero derretido ante tal comentario.
- ¿Eres Romeo, o que? -. Pregunto, riendo, aún que realmente se derretía en los brazos de su pareja.
- Ojalá pudiera serlo, para dedicarte poemas cada noche -. Respondió Cesar - Eres mejor que el, tonto -. Dijo divertido Mark.
Holasss, que onda la conda, ojalá todo bien, quería comenzar con algo chiquito pero lindo, pero quédense tranquilos que vendrán mejores cositas (Cesark mis papassss).
No tengo más para decir, chaooo ♡'・ᴗ・'♡
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«𝑇𝐻𝐸 𝑀𝐴𝑁𝐷𝐸𝐿𝐴 𝑆𝐻𝐼𝐏 ( 𝐴𝑛𝑑 𝑜𝑛𝑒 𝑠ℎ𝑜𝑡𝑠) »
Random𝑆olamente para matar el tiempo (no me funen)