Capítulo 10: Un favor por otro favor

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Sebastián Anderson:

"Quizá te vea luego" .

Es una contradicción que le haya dicho eso a Rebeca cuando es ella el principal motivo de todos mis problemas, es más que obvio que no quiero verla.

Pero es más contradictorio que odiándola tanto no le haya dicho a mi abuelo que nuestra "relación" terminó y el que me esté jodiendo con que traiga a Rebeca a la casa debería de ser una razón para decírselo.

Pero no lo hago, joder. Y es que hay una explicación muy lógica para esto:

He estado muy ocupado intentando arreglar mi vida por culpa de Will Baker.

Si tener que lidiar toda la semana pasada con murmuraciones es de lo peor, después me entero que alguien inventó que intentas golpear a una chica y todo se jode más.

Trate de no hacer una estupidez, hasta que simplemente explote, justamente hoy, enfrente de las personas equivocadas y estoy consciente de que esta mierda pudo haber acabado peor.

-¿Va todo bien?-murmura el abuelo entrando despacio a mi habitación mientras yo me estoy recostado en la cama e intentó ocultar el golpe que el imbécil de Will me dió.

-Todo bien, abuelo, gracias por preguntar.

-Sabes, le puedes ocultar a tus padres ese golpe en la boca, pero no a mi. Yo lo veo todo.

-Me caí-respondo de inmediato.

-Si claro, finjamos que te creo y tú me crees a mi de que mis rodillas están perfectas.

-Usas bordón, abuelo, esa nadie te la cree-digo sarcástico.

-Ya lo ves, si algo me heredaste es que ambos somos malos mintiendo, así que mejor dime, ¿Con quién te peleaste?

Dudo en contarle, pero supongo que a él no le puedo ocultar nada. Bien, será uno de los regaños más largos.

-Will Baker, ese idiota de nuevo-murmuro con enfado.

-No te has llevado bien con ese chico desde que...

-Nos metió en un problema a Rebeca y a mi-interrumpo, lo menos que necesito es hablar de eso ahora-. Lo único que podía hacer era defendernos de ese imbécil.

-¿Y se puede saber que problema es ese?

-Abuelo, me siento como un tonto porque Rebeca salió afectada en problemas que no le corresponden.

-Así que por eso fuiste a buscarla-frunzo el ceño de inmediato, nunca le dije a mi abuelo que iba a ir a buscarla-. Te lo dije, no puedes ocultarme nada.

-Solo fui a verla y ya, es todo.

No, no es todo, cuando la tuve enfrente de mi pude ver qué estaba en un estado de shock y fue lo que me hizo creerle, creer que ella no tenía nada que ver y que todo era mentira de ese imbécil.

Después Julissa regresa de su casa, diciéndome que Rebeca se siente culpable por lo que pasó, cosa que extrañamente me hace sentir jodidamente culpable a mi.

Por una vez, decido ser razonable y voy a disculparme con ella, no me recibió bien, es obvio, es Rebeca de quién estamos hablando.

Odio verla, pero no lo voy a negar, disfruto el hecho de ponerla nerviosa, cosa que pasó cuando le dije que aún no le aclaraba ningún asunto de nuestra relación a mi abuelo.

-Esa chica me cae bien, te mantuvo a raya el día que la encontré por aquí-dice el abuelo.

-Amas el hecho de que me pusiera límites el día en que la conociste, ¿No es así?

Diez motivos para amarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora