๎🕷️ᩧֵ 𝐄𝗇𝗍𝗋𝖾𝗅𝖺𝗓𝖺𝖽𝗈𝗌

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Jungkook caminaba con tranquilidad hacia la casa de Jimin, el amor de su life. Estaba emocionado porque finalmente podría pasar un rato con él. ¡Por fin!

Últimamente, apenas podía verlo, ya que se la pasaba trabajando en la empresa de su querido suegris.

Al llegar frente a la casa de su hermoso pelirosa, que estaba justo enfrente de la suya, tocó la puerta unas 20 veces. Esto hizo que Jimin le gritara desde adentro que ya iba a abrir y que dejara de tocar de una vez, sonando un poco enojado.

Jungkook soltó una risita, divertido por su travesura.

Su sonrisa se amplió aún más cuando Jimin abrió la puerta, vestido con un pijama azul oscuro, con los cabellos rosas desordenados y marcas de la almohada en su rostro.

Antes de que el mayor pudiera decir algo, Jungkook ya había saltado a sus brazos, llenando su rostro de besos.

— ¡Dios mío, qué bonito te ves, mi amor! — exclamó abrazándolo por el cuello.

Jimin soltó una carcajada, dejando atrás el mal humor que había sentido por ser despertado. Con una mano tomó la cintura de Jungkook para sostenerlo y con la otra cerró la puerta mientras caminaban hacia el sofá y se sentaban juntos.

— ¿Por qué no me dices nada? ¿Estás enojado conmigo? — hizo un pequeño puchero al ver el rostro del mayor —. Vamos, no te enojes conmigo o no te premio con mis besitos, ¿eh? — dijo, dejando de abrazarlo por el cuello y poniendo sus manos sobre sus mejillas, apretándolas suavemente.

— No seas tonto, cariño. Claro que no estoy enojado contigo — respondió Jimin negando con la cabeza y mirando mal a su novio —. Pero ya deja de apretar mis mejillas.

— Perdón, es que te ves tan tierno así — rió un poco y soltó las mejillas del mayor.

— Me ves lindo, tierno o sexy siempre, Jeon Jungkook. Por cierto, ¿por qué me escribes esas notas como si no te diera ni la hora cuando claramente eres MI PROMETIDO? — dijo señalando los anillos de compromiso que llevaban ambos.

No podía negar que amaba esas notas que siempre le dejaba en su habitación, acompañadas de alguna rosa robada de la vecina o alguna manualidad hecha por él.

Lo cierto es que él y Jungkook llevaban tres años juntos. Cada día que pasaba se enamoraba más de su amado Jungkook.

Hace dos meses, le pidió que se casara con él.

— Ehmmm… Mira, la cosa es que cuando lo hice por primera vez fue para hacerte una broma — rió al ver cómo su novio ponía los ojos en blanco aunque se notaba una pequeña sonrisa en sus labios —. Pero como me gustó tanto tu reacción, tuve que hacerlo más veces y luego se volvió un hábito.

Jimin asintió ante lo que decía y abrazó a su bonito chico. Olfateó un poco su cabello y suspiró satisfecho ante la paz que le transmitía aquel simple gesto.

— ¿Estás cansado?… — preguntó Jungkook acariciando su espalda.

— No tienes idea cuánto. Quiero tomarme unas vacaciones contigo, muy lejos de aquí — dejó caer su barbilla sobre el hombro de su pareja.

— Ay, Mimi — suspiró preocupado sin dejar de acariciarlo.

— No importa. Pronto llega diciembre y me tomaré una semana de descanso.

— ¿Pronto? Faltan como tres meses para eso…

— Pronto dije, mi ángel — rió un poco y se alejó de él —. ¿Cómo has estado estos días? Perdón por no poder estar casi contigo.

— Estuve bien, aunque extrañé mucho tener a mi garrapata pegada a mí — dijo riendo un poco refiriéndose a su prometido.

— Oye — se quejó mirándolo mal —. Te he dicho que no me llames así.

— Perdón, perdón…

— Además tú andas más arriba de mí que yo de ti… siempre quieres estar conmigo.

— Vamos, Jimin. No te mientas a ti mismo; los dos sabemos que tú eres el que más anda arriba de mí…

Un silencio se formó entre ambos. Jimin lo miró fijamente antes de desviar la mirada; sí, tenía razón.

— Ya no digas nada; tienes razón — bufa concediendo.

— Bobito — rió un poco llenando su rostro de pequeños besos.

Jimin solo pudo reír antes de besar sus labios con dulzura. Amaba demasiado a ese chico y cada una de las "tonterías" que se le ocurrían.

NOTAS A MI ROSITA い JIKOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora