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shadow, shadow, what a show every other step, there's a cross-eyed crow half return, half return. ↬ half return — adrianne lenker.
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──────── NEW YORK. 2011.
marlow siempre temió que un hombre como nicholas fury apareciera frente a ella algún día, pero no porque estuviera asustada de un agente bien entrenado, sino por lo que eso podía significar en su vida y en la de leith.
sabía exactamente quién era y aparentemente él también pues la había llamado por su nombre. eso la había hecho apretar la taza en sus manos mientras sentía su corazón inquietarse por completo; sin embargo, ella estaba en una posición desfavorecida y había pensado más de un millón de veces que mejor fingir normalidad era la mejor opción frente a una situación como esa.
—buenos días, señor. ¿en qué puedo ayudarlo?— evadió, encaminándose hacia el mesón. obi fue tras ella de inmediato, notando que había algo extraño.
nick juntó las manos tras su espalda y se acercó con cautela. —no tenemos que hacer esto, señorita marlow.—
—no sé de qué habla.— sostuvo ella, en un inútil intento por mantener la calma, dejando la taza a un lado y tomando asiento. —mi nombre es...—
—su nombre no es maxinne callahan, es marlow dutton.— soltó el moreno, interrumpiéndola con firmeza. —su madre se llamaba louisa y su abuelo richard, un ex soldado que hoy pasa sus últimos días en la casa de reposo a las afueras de la ciudad.—
la castaña se sintió tan colérica como enferma, abrumada de oír que todo lo que creyó era su su nueva vida y su privacidad estaba a la luz del director de la agencia antiterrorismo más grande del mundo.
—sé todo sobre usted y sobre su familia, la biológica y la adoptiva.— dijo sin ningún reparo. —sé que no está sola en new york y sé perfectamente bien... quién es su hermano.—
la cordura de la menor desapareció en una fracción de segundo al oír sobre leith, pensando en él y la seguridad de aleera y beau. la ira y un instinto protector se apoderaron de ella, endureciendo sus facciones mientras se levantaba rápidamente, dando un golpe en el mesón que sacudió el lapicero.
