Cuando Papá no está en casa

5.8K 31 0
                                    

Mi vida dio un vuelco total, después de perder a mi madre me vi obligada a ir a vivir con mi papá con quién no tenía ningún tipo de relación, solo algunas llamadas y dos o tres encuentros en lo que tengo de vida. No es un mal hombre, pero definitivamente ser papá adolescente lo traumo sumado a su inmadurez hizo que mi mamá afrontará toda la responsabilidad de tener un bebé a corta edad.

No guardo ningún rencor hacia él, sin embargo no lo considero un papá para mí, no tengo a nadie más así que tuve que mudarme con él.

Los días han pasado y aunque no es fácil después de un cambio tan drástico, no me puedo quejar, el apartamento es bastante bonito y grande, y con Camilo quien puso el esperma para q yo naciera, hablamos lo necesario, y ha sabido darme mi espacio aunque nuestra dinámica "familiar" recién adquirida hace solo 3 semanas fue modificada por un visitante.

- "Sofía, un buen amigo vendrá a quedarse con nosotros por aproximadamente dos o tres semanas, están haciendo unas remodelaciones a su casa y como está de vacaciones le he dicho que venga a pasarlos aquí, tal vez tu podrías ir con él a los diversos sitios turísticos que tiene la ciudad y así la vas conociendo también. ¿Estás bien con eso?"

Con el cambio inminente de ciudad y lo avanzado del año escolar, me vi obligada a esperar al siguiente semestre de escuela para ingresar, estaba muy aburrida, lo pasaba sola todo el día y no era raro que ciertas noches también estuviera sola debido al asfixiante trabajo de Camilo, es médico de urgencias y su horario es una locura.

-"Claro, no hay problema, tu amigo tiene tu edad?"

-"Es algunos años mayor, tiene 45 años"

Algunos? Eso es más de una década,  genial, un vejestorio tendré de compañía, no me hacía nada de gracia tener que pasar tiempo con un extraño y más si era mayor que Camilo.

Los días pasaron y ya me encontraba sola en el aeropuerto porque Camilo había tenido que atender una emergencia en el hospital. Dado que me di cuenta de que la foto que prometió Camilo en enviarme para conocer físicamente a su amigo nunca llegaría, decidí anotar su nombre y apellido en una hoja.

Después de lo que pareció una eternidad un hombre de buena estatura, con los músculos adecuados para estar marcado y unos increíbles ojos verdes se fue acercando a mí.

-"Tú debes ser Sofía ¿Verdad? La hija de Camilo, mucho gusto, Fernando"

Joder, El hombre era hermoso para ser de 45, podía decir con facilidad que estaba muy bueno. Conocí hombres de 45 calvos y barrigones. Fernando estaba lejos de ser así.

Después de las presentaciones de rutina nos fuimos a la casa de Camilo. Él se instaló en la habitación de invitados y yo me fui a la cocina.

-"Acabo de hablar con Camilo, te envía saludos y te pide disculpas por no haber podido ir por ti al aeropuerto, va a tardar unas horas más en regresar por qué el hospital está colapsado por un accidente masivo que hubo....¿Quieres algo de tomar?

-"Un café, aunque un whisky en las rocas estaría mejor, el viaje fue estresante"

Sabía dónde estaba el licor, solo que estaba un poco fuera de mí alcance. Fui a los gabinetes donde sabía estaba el whisky, me puse de puntilla para tratar de alcanzarlo y nada, intenté una vez más y me faltaban unos buenos centímetros para alcanzarlo.

-"Te puedo ayudar?"

-"Si por favor"

Me iba a retirar para darle espacio pero cuando lo quise hacer él ya tenía su cuerpo completamente pegado al mío, se inclinó y tomo la botella.

-"Listo, necesitas que baje otra cosa?

-"La hielera por favor"

Volvió a pegar aún más su cuerpo pues la hielera estaba más al fondo y pude sentir su miembro hacer contacto con mi culo, no estaba en erección pero ese bulto era obviamente su polla.

Relatos eróticosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora