violinist - soojun

drogas en la lluvia

soobin y yo nos poníamos la ropa rápidamente; teníamos que salir de este hotel muy rápido. no podíamos dejar que uno de sus guardaespaldas nos viera. en el pasillo, caminamos mirando atentamente a nuestro alrededor. Bajamos las escaleras tomados de las manos; tenía miedo de caer. al llegar a la fiesta, nos escondíamos entre las personas y algunas las empujábamos para pasar rápido. No sé lo que vamos a hacer, solo sé que estoy escapando con él.

logramos cruzar la entrada del lugar, jurando que nadie nos está viendo. niré a soobin con una sonrisa; corrimos como locos, perdiendo a todos a nuestro alrededor.

—señor soobin, ¿qué sucede?

—quiero huir de esto unos segundos. ¿a dónde deberíamos ir?

—¿por qué? no entiendo.

—te he tenido encerrado por varias semanas o meses, así que quiero huir contigo, dejarte libre. aun así, no te alejaré de mí. ven, creo que hay un bar cerca de aquí.

soobin tomó mi mano sin decir nada. seguíamos caminando, sentí cómo mi corazón se aceleraba. caminamos entre un callejón oscuro y silencioso, y me agarré fuertemente del brazo de soobin. tengo miedo.

solo me guío por él, no sé lo que está pensando ni lo que haríamos aquí. ¿qué será de mí esta noche? nunca creí que algún día escaparía con un mafioso a las dos de la mañana.

fuimos a la parte trasera de un edificio que parecía abandonado. había hombres por las calles; tenían una vibra muy pesada.

soobin entró sin ninguna preocupación. una mujer que mostraba mucho su piel lo recibió muy amable, parecía feliz de verlo. la mujer nos guía a un extraño cuarto, empieza a sonar música, solo veo luces rojas. el ambiente con este hombre se vuelve misterioso. soobin tomaba mi cintura con fuerza, parecía querer protegerme o tal vez quiere matarme.

se comienza a escuchar música y gritos. ¿esto es el bar? la chica abrió la puerta para nosotros. soobin se miraba con mucha seguridad, mientras que yo aún estaba confundido; nunca antes había estado en un lugar así. hombres tomando y drogándose en cada esquina, nadie parecía sorprendido con tales imágenes, a nadie le importan las cosas a su alrededor.

—toma esto para que dejes de ser tan tenso. —soobin tenía en sus manos una pequeña bolsa transparente con un polvo extraño.

—¿eso es droga? —exclamé, señalando el producto.

—lo dices como si no me conocieras. ten, mételo a tu boca.

—soobin, yo... yo no puedo hacer esto. —tener eso en mis manos me hizo ponerme tan nervioso.

él arrebató esa bolsa de mis manos y tomó mis mejillas con fuerza, provocando que abriera mi boca. metió todo ese polvo en mí; sentía que me ahogaba. empecé a toser varias veces.

—esto te pondrá más feliz, créeme.

sentí un sonido agudo en mi cabeza, acompañado de un mareo. tragué saliva del miedo; es tarde para escupir esa medicina.

me encontraba en la pista de baile junto a el jefe. bailaba con mi cuerpo muy pegado al suyo; él me detenía para besarme y tomar una de esas pastillas.

cuando fuma, se mira tan caliente que comencé a sentir una necesidad por tenerlo sobre mí de nuevo. me empezó a besar bruscamente, lo agradecía tanto. caminábamos hacia una sala oscura con un mal olor; el sonido de la música se sentía muy lejano.

—sácalo y chúpalo. —ordenó soobin entre jadeos.

me arrodillé y saqué su miembro, me sentía algo nervioso, no sabía lo que estaba haciendo.