dolor y frío

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veo a soobin acercarse con un rostro serio mientras comienza a quitarse el cinturón, sentí un frío recorrer mi piel deseaba tanto escarpar pero las grandes cadenas que me envuelven no me dejan avanzar ni un centímetro.

el mafioso sonrió al verme tan débil tomo una silla y se sentó frente a mi, estar de rodillas ante a el me hacía sentir tan humillado, me abofeteo haciéndome caer, con su corbata ató mis manos para el no son suficientes las cadenas, parecía molesto no comprendo lo que sucedió, pero sabía que para mí comenzaba una tortura.

—tal vez duela pero cuando deje mi marca en ti serás obsoleto, ahora levántate y arrodíllate.

obedecí ante sus palabras, se sintió un silencio, mi cuerpo temblaba del miedo de ser lastimado el me azotaba cada vez mas fuerte sangre caía de mi, el sonido del azote era opacado por mis gritos, agradezco que soobin no este viendo mi rostro no quiero que vea la sonrisa que se refleja en mi rostro, estoy teniendo una experiencia que no creí que pudiera llegar a gustarme pero claro sus azotes me dolían pero más sufría cuando no lo hacía, escuchar la risa burlona de soobin me satisfacía demasiado, tal vez me gusta sentirme humillado por el.

soobin me levantó lentamente y me abrazó manchando su camisa con sangre me giro para verme, su mirada me mataba, acerco su boca a mi cuello empezó con besos cortos para después morderme fuertemente, no quería abrir mis ojos y ver esta escena tan vergonzosa, soobin empezó a besarme algo despertado, me tiró a la cama para después tenerlo encima de mi comenzó a juntar nuestros labios, se despego de mi para quitar mi ropa interior, lo mire bajar lentamente por mi cuerpo besaba y mordida mis piernas, mire como su cuerpo subía sobre el mío hasta tenerlo cara a cara, sentía su pene rozar con el mío, eso me hacía gemir, soobin se sentía tan duro, mi espalda se arqueaba no podía controlar mis ojos, verlo levantar mis piernas hasta tenerlas enredadas entre el esa imagen quedará grabada en mi mente por siempre.

el entró dentro de mi haciéndome poner mis ojos en blanco incluso si soy un santo empecé a maldecir, la satisfacción me hacia sentir fuera de mi realidad, el choque de soobin contra mí se volvía cada ves más rápido era imposible no sentir dolor, es tan grande, pero los orgasmos que me provoca son capaces de ocultar todo "¡soobin! ¡soobin! ¡soobin!" lo gritaba como si fuera la única palabra que supiera.

—¿te gusta bebé?

ya no podía dar más sentí que mi cuerpo estaba por desmoronarse, incluso la forma en la que besaba mis piernas me derretía por completo. colocó su mano en mi pene haciendo movimientos de arriba hacia abajo y utilizaba su boca para morderme, maldita sea sus manos eran suficientes para mi, a el no le importaba cuántas veces me venga el continúa, ya quiero acabar con esto, lágrimas salían de mis ojos incluso si no estaba triste.

—te has portado tan bien te mereces un premio —mencionó entre jadeos, escucharlo me excitaba más de lo que ya estaba.

—por...por favor soo... soobin para —mi voz se cortaba debido a las contracciones provocando que soobin sonreía.

el se acercó a mi rostro para ver mis expresiones.

—¿lo estás disfrutando tanto? —exclamó con la voz ronca.

se levantó y tomó su cigarrillo comenzó a fumar muy tranquilamente mientras yo aun estaba procesando lo que había sucedido, me cubri entre las sábanas y el a notar esto me abrazó.

—te tengo que bañarte —pronunció en voz baja. —vamos —dijo al ver que no me movía.

—señor estoy desnudo.

el no me respondió tomo una de sus camisas de el closet que me quedaban sorprendentemente grande, al colocarla me levanto entre sus brazos.

sacó aquella llave que me dejaría libre, mis ojos se iluminaron, soltaba mis pesadas cadenas por mi mente corría "puedo escapar".

el es inteligente antes de quitarme la correa ya me tenía en sus brazos al escuchar esa puerta abrirse me emocioné hice un movimiento brusco para zafarme del agarre de soobin y lo logre, el ni siquiera se molestó al verme correr solo se quedo ahí parado, no avance mucho hombres armados se pararon frente a mi al verlos me caí del susto. "tráiganlo" pronunció soobin y dos de aquellos chicos tomaron mis brazos para arrastrarme hacia su jefe, el se agachó para ver mi rostro y con su mano derecha jaló mi cabello.

—mi mascota debería tener más cuidado si desea escapar, estos hombres podrían matarlo. —exclamo —levántate y sígueme.

vi a soobin a unos metros de mi pero para mi era dificil seguirlo ya que mis caderas dolían haciéndome tropezar varias veces, el mafioso disfruta verme roto, ver como caía por el.

el me espera enfrente de una habitación abrió la puerta para mi mientras yo pasaba arrastrando, él me levanto y me quito su camisa dejándome desnudo nuevamente, se quedo mirando mi cuerpo unos segundos y después me ayudó a colocarme en la bañera la cual ya estaba llena de agua, el tiraba el jabón sobre mi y frotaba mi piel con sus manos, estaba tan cansado que sentía que me podía dormir allí.

—después de lo que me hiciste sentir no creo que pueda dejarte ir fácilmente.

violinist - soojunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora