La atmósfera en la sala de cine sigue cargada de tensión. El aire pesado con la incomodidad y el desconcierto que aún permanece después de la perturbadora visión anterior. Catelyn Stark todavía está en shock, incapaz de asimilar lo que ha visto, mientras que Sansa sigue sollozando suavemente, con las manos temblorosas. Ned Stark mantiene el rostro imperturbable, aunque su mente está en un torbellino de pensamientos. Jaime Lannister, por su parte, sigue inquieto, y aunque trata de aparentar indiferencia, sus ojos delatan una mezcla de disgusto y desdén. Tyrion, siempre el observador, permanece callado, tomando nota de cada pequeña reacción a su alrededor.
De repente, la pantalla parpadea y cambia de escena. Esta vez, la imagen es más oscura, y el frío invernal que emana del lugar que aparece en la pantalla casi se siente en la sala. Los personajes observan un paisaje que les resulta inquietantemente familiar: el muro, imponente y helado, se alza en el horizonte, pero lo que ocurre más allá es lo que les deja sin aliento.
Jon Snow está solo, más allá del Muro, rodeado por la vastedad blanca de la nieve y el silencio absoluto del desierto helado. Va vestido con su habitual piel negra, pero hay algo diferente en él. La mirada en su rostro es dura, casi animal, mientras acecha en la distancia.
"¿Otra vez ese bastardo?", murmura Jaime, apretando los dientes, irritado por la insistente presencia de Jon Snow en estas visiones.
Cersei, con una sonrisa despectiva, añade: "Parece que no podemos escapar de él, ni siquiera en otro mundo".
Nadie responde. Todos están demasiado concentrados en la imagen en la pantalla. Jon se mueve con una agilidad sobrehumana, acechando algo grande. La cámara se desplaza y revela a su presa: un enorme mamut, uno de los últimos de su especie. La criatura avanza lentamente a través de la nieve, sus grandes colmillos cubiertos de escarcha, ajena a la amenaza que se cierne sobre ella.
Jon, que sigue observando desde las sombras, comienza a transformarse. El proceso es rápido, pero brutal. Sus huesos crujen y se alargan, su piel se cubre de pelaje blanco y, esta vez, su espalda se eriza con filosos picos de hielo que emergen de su columna vertebral. Es un lobo, pero no cualquier lobo. Es gigantesco, una bestia imponente con la ferocidad de un depredador antiguo, sus ojos brillando con un azul gélido. Los picos de hielo que adornan su espalda relucen bajo la luz tenue, emitiendo una energía helada y letal.
"¡Por los dioses!" exclama Robb Stark, incapaz de contener su asombro y horror. Catelyn, a su lado, se estremece, apartando la vista como si no pudiera soportar ver en lo que su supuesto hijo adoptivo se ha convertido.
Ned observa con una intensidad silenciosa, sin apartar los ojos de la pantalla. Sabe que Jon no es simplemente su hijo adoptivo, pero este nuevo aspecto, este monstruo que ahora caza más allá del Muro, le provoca una sensación de impotencia y desconcierto.
Jon, en su forma de lobo gigante, ataca al mamut. La bestia intenta resistirse, agitando sus colmillos y rugiendo, pero Jon es demasiado rápido. Salta sobre la criatura, sus colmillos de hielo perforando su gruesa piel. La sangre del mamut salpica la nieve mientras Jon lo derriba con una brutalidad implacable, desgarrando su carne. El mamut cae, su gigantesco cuerpo convulsionando antes de quedar inmóvil.
"Esto es... inhumano", susurra Sansa, con los ojos abiertos como platos.
Tyrion, aunque también perturbado, murmura para sí mismo: "Esto es algo más que un simple cambio. Esto es magia antigua, muy antigua".
Jon, en la pantalla, se transforma nuevamente en su forma humana. Su rostro está ensangrentado y cubierto de sudor, pero no muestra emoción alguna. Con una calma casi ritual, levanta el gigantesco cuerpo del mamut, como si su peso no fuera nada para él, y comienza a arrastrarlo a través de la nieve.
"¿Qué va a hacer ahora?", pregunta Jaime, su desdén dando paso a la curiosidad, aunque su voz sigue cargada de desprecio.
La pantalla muestra a Jon llevando el cuerpo del mamut hacia un arciano gigantesco, un árbol que se alza imponente en medio de la vasta llanura nevada. Sus hojas rojas y su corteza blanca brillan a la luz fría del entorno, y sus ojos tallados en la madera parecen seguir cada movimiento de Jon.
El aire en la sala se vuelve más pesado. Todos los personajes sienten que están a punto de presenciar algo prohibido, algo que no deberían ver.
Jon, de pie frente al arciano, coloca el cuerpo del mamut a los pies del árbol. Entonces, comienza un ritual extraño. Utiliza una daga de hielo para abrir el cuerpo del mamut, y la sangre comienza a derramarse sobre las raíces del árbol. La cámara muestra cómo la sangre es absorbida lentamente por el arciano, como si el árbol estuviera bebiendo del sacrificio que Jon le ha ofrecido.
Catelyn, horrorizada, se cubre los ojos, incapaz de soportar la visión.
"No... no es posible", murmura, aunque sus palabras apenas son audibles.
Ned observa en silencio, su rostro pálido. Sabe que los arcianos son sagrados para los norteños, pero nunca había visto algo así. ¿Qué tipo de poder ancestral está utilizando Jon?
La escena se vuelve aún más perturbadora cuando Jon toma las entrañas del mamut y las ofrece al arciano. Las raíces del árbol se mueven, retorcidas como serpientes, y comienzan a devorar la carne y las tripas del mamut. La cámara se centra en los ojos tallados del árbol, que ahora brillan con una luz roja intensa.
"Esto es magia oscura", murmura Tyrion, visiblemente perturbado. "No es algo que los hombres deban ver".
Después de que el ritual termina, Jon permanece de pie frente al árbol. Una energía azul brillante comienza a rodearlo, emanando del arciano. Es como si el árbol estuviera infundiendo a Jon con un poder antiguo, uno que ningún hombre debería poseer. La energía lo envuelve por completo, y todos en la sala observan con asombro y miedo lo que está a punto de suceder.
Jon empieza a cambiar de nuevo. Su cabello, oscuro como la noche, se vuelve completamente blanco, brillando como la nieve más pura. Sus ojos, anteriormente marrones, se vuelven de un rojo intenso, resplandecientes como brasas. Su piel adquiere un tono pálido, casi translucido, como si la misma muerte lo hubiera tocado.
"Por los dioses antiguos y nuevos..." murmura Ned, incapaz de creer lo que está viendo. Este Jon no es el muchacho que conoció. Es algo más, algo mucho más antiguo y poderoso.
Cersei, fascinada por la transformación, se inclina hacia adelante en su asiento. "Ahora esto es interesante", susurra con una sonrisa peligrosa.
Jaime, aunque aún lleno de desdén hacia Jon, no puede ocultar su sorpresa. "Ese bastardo... ¿qué se ha convertido?"
Robb, luchando contra el horror y la confusión, no puede apartar la vista de la pantalla. Es su hermano, o al menos lo era, pero ahora es algo completamente diferente.
La pantalla muestra a Jon en su nueva forma, su cuerpo cubierto de la energía azul que aún lo envuelve. Se alza con una nueva fuerza, una autoridad que jamás tuvo antes. Es el lobo, pero también es el hombre. Y es algo más. Algo mucho más oscuro.
La escena termina con Jon mirando directamente a la cámara, sus ojos rojos como brasas encendidas, su cabello blanco como el hielo. El poder emana de él, y todos en la sala sienten su fría presencia.
La pantalla se apaga, dejando a los personajes de Westeros en una oscuridad total, solo iluminados por las luces tenues del cine.
"Esto no es lo que Jon Snow debería ser", dice Ned, con voz tensa, luchando por procesar todo lo que ha visto. Pero en el fondo, algo dentro de él teme que esta visión sea una advertencia.
"Es un monstruo", dice Jaime, con desdén, rompiendo el incómodo silencio que había caído sobre la sala. "Siempre lo ha sido".
"Es más que eso", responde Tyrion, pensativo. "Es poder. Un poder que ningún hombre debería tener".
La sala sigue sumida en el desconcierto, el aire cargado de temor y desprecio hacia lo que Jon Snow se ha convertido. Cersei sonríe, satisfecha con el espectáculo. Pero Ned y los suyos solo sienten una creciente sensación de traición y miedo, preguntándose qué futuro aguarda a Jon Snow y cómo enfrentarse a algo tan incomprensible.

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westero reacciona a
Fanfictionnada solo pedazos de historia, que hice usado ia y viejos escritos mios juego de tronos pertenece a su creadores