❤️‍🔥Capítulo 74❤️‍🔥

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Después de la tormenta

Hacía frío, podía sentirlo. No sabía dónde estaba porque todo estaba oscuro y eso la llenaba de temor. Estaba sóla y no sabía cómo habían terminado por salir las cosas y eso la angustiaba.

De pronto la oscuridad fue interrumpida por una cegadora luz que la obligó a cerrar los ojos al instante  cuando los abrió estaba en el bosque, en la mesa donde lo había conocido a él. ¿Cómo había llegado hasta ahí?

Camino hasta la banca, sus pies se estaban moviendo por cuenta propia no tenía control sobre ellos, aunque decidió no frenar, pues algo en su corazón le decía que no debía parar. Llegó hasta la mesa. El temor y la angustia que había sentido al llegar ahí, desaparecieron, siendo reemplazados por una cálida sensación de comodidad. Empezaba a disfrutar de su soledad y de los pequeños rayos de sol que se filtraban por los espesos árboles.

-Aún no es momento para que estés aquí...-alguien habló.

Esa voz...era su voz. Hacía tiempo que no la escuchaba, había deseado tantas veces volver a escucharla y ahora que lo hacía,se había quedado petrificada por distintas emociones. Se sentía feliz de escucharlo de nuevo pero también se sentía triste porque si lo estaba escuchando eso quería decir que ella estaba...

-¿No vas a saludarme?-preguntó esa ronca voz masculina que tanto había anhelado volver a escuchar.

Arabella se volvió y se encontró con la atractiva imagen de Billy Hargrove. Tenía sus hermosos rizos rubios oscuros despeinados, justo como él solía llevarlos siempre. Tenía puesto su típico conjunto de pantalón y chaqueta de mezclilla, bajo la cual se encontraba una blusa blanca. Y no podía ser Billy si no llevaba consigo un cigarrillo en los labios.

La ojiazul no se contuvo más y corrió a los brazos del chico, quien ya la esperaba con los brazos extendidos y una enorme sonrisa en el rostro. Arabella se colgó de su cuello abrazándolo con fuerza pues temía que en cualquier instante él volviera a desaparecer.

-P...perdoname-masculló la chica por los sollozos que no podía evitar que salieran de sus labios-lo intente...de verdad...jamás quise que murieras...y...

-Shhh-la interrumpió Billy mientras la separaba de él, tomándola de la mano y guiandola nuevamente hasta la banca donde ambos se sentaron-no hay nada que perdonar, preciosa...lo que hice lo volvería a hacer una y otra vez aun sabiendo cómo terminan las cosas.

-Es que...moriste por mi culpa...moriste porque me salvaste-la rubia no paraba de sollozar. No había tenido la oportunidad de hablar una última vez con él y ahora que lo estaba haciendo era muy doloroso, aunque también muy liberador.

-Y al hacerlo pude regresar a ser la persona que era antes...tu me devolviste mi identidad, me convertiste en la mejor versión de mí y siempre te estaré agradecido por ello-Billy alzó una mano y acarició con su dorsi la suave mejilla de Arabella-así que no vuelvas a sentirte culpable por mi muerte porque eso me rompe el corazón...

-Yo te amé Billy, quizá no de la forma que tu esperabas pero de verdad te amé con toda mi alma-Arabella no sabía cómo lograban salir las palabras de su boca aun cuando tenía un enorme nudo en la garganta.

-Y ese es el mejor regalo que me has hecho...amarme-Billy habló con extrema dulzura, cosa que Arabella recordó, solo hacía con ella-es por eso que tu no debes estar aquí, debes volver, debes vivir tu vida, ser feliz con Harrington y llevarme siempre en tu corazón pero ahora sin la culpa que te atormentaba...

-No sabes cuanto...necesitaba escuchar estas palabras...-la rubia le sonrió. Billy le devolvió la sonrisa y en un suave movimiento junto su frente con la de ella y ambos cerraron los ojos.

Dangerous LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora