cherry kisses.

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vii.

el 30 de diciembre, taehyung cree que sus padres realmente son los mejores.

tenía una gran fiesta y aquella noche jungkook se quedaría a dormir con él.

había ordenado su pieza durante todo el día e incluso colocó aromatizantes, se bañó y peinó lo mejor que pudo, todo para su novio.

ahora está mirándose en el espejo una última vez para bajar a recibir a todos, pero unos toques en su puerta le extrañan.

luego la puerta se abre y unos ojitos brillantes le sonríen antes de lograr ver a su novio por completo.

le sonríe al verlo tan bonito como siempre hasta que siente unos brazos envolver su cuello e instintivamente rodea su cintura.

-te extrañé mucho-. murmura el azabache con tono meloso mientras ladea su cabeza dejando castos besos en sus mejillas y cuello.

el castaño sonríe metiendo ambas manos bajo la polera que ocupaba su novio para acariciar su espalda con cariño.

-te extrañé igual, mi bonito-. jungkook le observa sonriente antes de que ambos junten sus labios suspirando por el contacto luego de un tiempo.

se habían extrañado sin duda luego de salir de clases, por más que quisieron verse todos los días, los planes familiares, situaciones imprevistas y demás se lo impidieron.

por esto, taehyung se deleita con el sabor de los besos contrarios, siente el tenue sabor de su hidratante de labios y se permite morder o jalar los pomposos belfos de su menor.

jungkook se deja derretir entre los brazos de su pareja mientras suspira y jadea por el pequeño maltrato que reciben sus labios pero no puede estar más conforme.

luego de casi cuatro meses de relación, taehyung pierde la timidez al fin y aquello sólo trae beneficios.

siente de repente la cama contraria contra la parte posterior de sus rodillas y se deja caer con taehyung entre sus piernas, aprovecha para enrollarlas en la cadera contraria soltando un jadeo algo impresionado cuando siente sus muslos ser acariciados.

habían dejado de ser del todo torpes cuando de besarse o tocarse se trataba, habían aprendido y era su pequeño secreto a voces que habían investigado para hacer sentir mejor al otro.

jungkook era sensible en todo su resplandor pero también algo insaciable y más de una vez terminó con una erección por un poco de rudeza en sus besos.

taehyung por su lado duraba más, no era tan sensible pero sabía que con sólo avanzar un poco más con su novio era suficiente para llevarle a su límite.

se habían descubierto el uno al otro y sabían disfrutar cada vez que tenían la oportunidad de estar solos.

-oh, hyung-. el azabache suelta un suave gemido cuando siente las manos de su mayor por su abdomen hasta su pecho.

siente su piel erizarse bajo el frío tacto contra sus tetillas, su rostro arde cuando siente su torso descubierto y un beso es dejado bajo su ombligo.

luego suben por su abdomen hasta su pecho, los dedos de sus pies se contraen por las oleadas de placer que aquello le causa y muerde su labio inferior.

los padres de taehyung siguen abajo o puede que más cerca que antes.

el castaño sabe que la zona del pecho es la más sensible de su pareja pero nunca hizo el intento de llevarlo a otro nivel más que caricias.

suaves apretones en sus tetillas o la yema de sus dedos pasando por encima pero ¿cómo sería llevarlos a su boca?

quizá y solamente quizá había visto uno que otro video, quería intentarlo.

macaroons.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora