CAPÍTULO XXVI

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—Se acerca el baile de otoño, ¿Me ayudas con los preparativos? —cuestionó Billy con una sonrisa.

—Pa —llamó Phayu jalando la mano del pelinegro

—¿Qué pasó cachorro? —preguntó, el niño apuntó la charola llena de galletas —¿Galletas? —el niño asintió, tomó varias galletas y se las dio al cachorro —dale a tu hermano, ¿si?

El cachorro asintió antes de caminar a pasos lentos hasta su hermano quien estaba jugando con unos juguetes en la alfombra

—Entonces, ¿me ayudas? —cuestionó Billy.

Babe asintió con una sonrisa —Una fiesta en el pueblo suena maravilloso.

El pelinegro sonrió —¿Mañana iniciamos con los preparativos?

—Sí, mientras hay que comer galletitas —tomó una galleta y se la metió a la fuerza a la boca de su esposo.

Billy se comió la galleta —Que agresivo, cariño.

—Es que yo hice estás galletitas, quiero que te las comas, ¿te gustan? —cuestionó con una sonrisa.

—Sí, saben riquísimas —respondió con una sonrisa.

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Billy y Babe miraban a las personas bailar bajo la luz de la luna y de los candelabros que estaban en las paredes.

—Ma —vocalizó uno de los cachorros mientras daba leves brincos en los muslos del castaño.

—¿Qué quieres, Phaya? —cuestionó, su cachorro apuntó hacia la mesa de los bocadillos —Oh, quieres pan. Eres un pequeño glotón.

—Yo los llevo, cariño —se levantó de la silla y bajó de sus brazos a Phayu para que caminara, Babe hizo lo mismo —No vamos a tardar —dijo antes de comenzar a caminar a pasos lentos para caminar a la par de sus cachorros.

Babe sonreía levemente al ver la escena pero esa sonrisa se borró cuando alguien se paró enfrente de él.

—¿Necesitas algo? —cuestionó con amabilidad.

—Hablar con usted, es obvio, ¿no? —habló SoMin.

El omega la miró un momento —Discúlpeme pero en estos momentos no puedo, estoy disfrutando de la fiesta —dijo fingiendo amabilidad —¿Le gustan los roles de canela? —cuestionó empezando a comer la carne que había en su plato.

—Seré directa, me gusta el emperador Patchanon y quiero ser su concubina —habló con una sonrisa en su rostro.

Babe dejó los cubiertos en la mesa, dirigiendo su mirada a la beta —¿Y? Creo que seguirás queriendo, el emperador no quiere concubinas.

—Odio a la gente como tú.

—¿Cómo yo? —cuestionó con burla.

La beta se acercó al omega tratando de intimidarlo, pero este solo sonrió con dulzura —Finge ser inocente pero es una persona horrible, me da asco.

—Tu me das asco y no me ando quejando, mejor vete —dijo volviendo a comer.

—Haz que el emperador me convierta en su concubina, quiero ser la concubina de Patchanon.

Babe rio —¿Me estás dando órdenes? ¿Tú a mí? —se mofó.

—Quiero ser la concubina del emperador y sé que usted lo puede hacer posible.

—¿Qué te hace creer eso? —cuestionó.

SoMin quería golpear al omega enfrente suyo, odiaba a ese tipo de personas, fingiendo inocencia y haciéndose los tontos cuando en realidad eran malas personas.

El omega del emperador - BillyBabeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora