Capitulo Cuatro.

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Dorian estaba loco.

O sea, si, muchas personas ya lo pensaban, pero era la primera vez en su vida que estaba tan inclinado a darles la razón. Mirando el pálido techo de su oficina, repasó en su mente la conversación que había sostenido con Beck y se maldijo interiormente. No tenía idea de que en el infierno le había empujado a decir aquello. Y es que, en realidad, al inicio, solo había sido un intento de broma del que se había arrepentido en el momento en que salió de su boca. Pero, tampoco era algo fuera de lo común en su naturaleza, así que solo había esperado el usual rechazo antes de dejarlo ir.

El problema era, que ese esperado rechazo no había llegado de la forma en que lo había predicho.

No tenía idea de que estaba corriendo por la mente de Beck últimamente. Desde que lo había conocido, el tipo siempre había sido alguien por demás centrado, nunca había dudado siquiera un instante en rechazar concisamente sus constantes avances y hacer de cuenta que sus coqueteos eran simplemente falta de cordura o sentido común. Y Dorian estaba bien con eso, le gustaba el juego y era lo suficientemente masoquista como para disfrutar el ser rechazado de plano por el dios griego.

Pero ahora, Beck había sacudido su tablero al no actuar como debería, lo que lo tenía más nervioso de lo que era capaz de admitir.

—¿Qué sucede contigo hoy? —Ren interrogó, deteniéndose de teclear en su computadora para lanzarle una mirada curiosa—. Generalmente eres como un conejito a cuerda que salta por todos lados y habla sin parar, ¿por qué estas tan extrañamente tranquilo?

Dejando de mecerse en su silla, Dorian se enderezó en una posición correcta y miró a su secretario, antes de echar un vistazo alrededor, como si hubiese recordado algo repentinamente: — ¿Dónde está Vanny?

Frunciendo el ceño ante la obvia evasión, Ren respondió con renuencia: — Con Erika —dijo, refiriéndose a la secretaria de uno de sus socios—. Me gusta tenerlo alrededor, pero creo que es bueno para su pasantía que aprenda todo lo que pueda en el tiempo que este aquí. Un tiempo en el sector de diseños será productivo para él.

Asintió en acuerdo. Debido a insistencia de sus padres, Dorian había decidido permitirle a Vanny hacer sus pasantías en la empresa como un empleado temporal más y con la condición de que no se le permitía utilizar su apellido para conseguir beneficios. Para hacerlo un poco más justo, el niño ni siquiera estaría bajo su guía directa, sino que había sido puesto cerca de quienes en realidad hacían todo el trabajo: los secretarios. Con Ren como guía, había estado rebotando por todas las secciones de la empresa para aprender un poco de cada cosa, en realidad, Dorian apenas había logrado verlo por allí un par de veces.

—¿Realmente no vas a darle un contrato permanente? —Ren musitó—. Es un buen empleado, aprende rápido y es eficiente.

Dorian asintió su acuerdo—. Lo es —dijo—. Y por eso no le costará demasiado encontrar trabajo en otro lugar. No te equivoques, no es que no lo quiera aquí, pero Vanny ya tiene veinte años, es un adulto y es momento de que se haga responsable de si mismo. Toda esa cosa de extender sus alas y volar fuera del nido, ya lo sabes.

—Pensé que había hecho eso cuando se había mudado de casa de sus padres y se había trasladado aquí.

—Volar de un nido a otro es hacer trampa —sonrió—. Él lo hará bien por su cuenta, asegúrate de que aprenda todo lo necesario para obtener un buen puesto en otro lado y solo déjalo encontrar su camino luego.

Ren bufó—. Estoy seguro de que no fue así para ti.

—No, no lo fue —se recostó pesadamente en su silla, pensativo—. Aunque me hubiese gustado que lo fuese, habría sido más fácil para mi si hubiese elegido mi propio camino.

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⏰ Última actualización: Sep 06 ⏰

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