Volver al paddock siempre tiene un efecto peculiar en mí.
El aire cálido que me golpea la cara al bajar del auto, el rugido lejano de los motores y ese inconfundible olor a gasolina y neumáticos quemados... todo me envuelve de nuevo, como si el tiempo no hubiera pasado. Pero esta vez es diferente. Estoy de vuelta, sí, pero con un nuevo miembro en el equipo, lo que significa nuevas responsabilidades, y sinceramente, aún no sé cómo lo voy a manejar.
Con el pase del paddock en la mano, me dirijo hacia los molinetes. El pequeño pitido al pasar mi credencial me confirma lo que ya sé: estoy de vuelta en el lugar donde más me gusta estar, aunque esta vez con una mezcla de emociones que no puedo ignorar. La rutina familiar debería reconfortarme, pero hay algo en este nuevo comienzo que me mantiene alerta, como si estuviera esperando el próximo obstáculo en el camino.
Ajusto la cartera que cuelga en mi hombro mientras avanzo entre la multitud de técnicos, periodistas y miembros de otros equipos. Algunos rostros conocidos me saludan con una sonrisa, y les devuelvo el gesto, aunque siento que mi sonrisa está un poco más tensa de lo habitual.
Hace unos días, cuando se hizo el anuncio oficial de Franco como piloto de Williams por las últimas nueve carreras, las redes sociales del equipo estallaron de inmediato. Los mensajes de apoyo de los fans fueron abrumadores, y por un momento, sentí una satisfacción que pocas veces había experimentado. Ver cómo las cifras de nuestras cuentas subían y crecían casi en tiempo real me dio una sensación de logro.
Después de todo, mi trabajo es mantener esa conexión entre el equipo y los fans.
Pero, junto con la euforia, llegó el peso de la responsabilidad. Todo este entusiasmo tenía un lado oscuro que no podía ignorar. ¿Cómo manejaría esto a lo largo de la temporada? ¿Podría mantener el interés y la energía de los fans sin que todo se desmorone si las cosas no salían bien en la pista?
A veces, el éxito en las redes sociales se siente como una montaña rusa que nunca se detiene, y ahora, con Franco como el nuevo centro de atención, esa montaña rusa parecía haberse acelerado.
No puedo evitar repasar mentalmente todo lo que tengo que hacer hoy. La grabación del video de presentación para las redes será la primer gran prueba, y no puedo permitirme errores.
Cuando llegó al hospitality del equipo, me reciben algunas caras familiares.
—Buen día. —digo, esforzándome por sonar tranquila y segura.
—¿Lista para hoy? —pregunta uno de los miembros del equipo.
Asiento con la cabeza, intentando mantener la calma.
Siento cómo mi corazón late un poco más rápido. Respiro hondo, tratando de recordarme que soy buena en esto, que he manejado situaciones complicadas antes. Pero no puedo evitar preguntarme si este piloto será diferente. He escuchado mucho sobre él, y no todo ha sido positivo.
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You're so golden | Franco Colapinto
Fanfic𝓨𝓸𝓾'𝓻𝓮 𝓼𝓸 𝓰𝓸𝓵𝓭𝓮𝓷 │ Franco Colapinto Zoe ha sido la mente detrás de la imagen digital de Williams durante los últimos dos años, trabajando codo a codo con un equipo estable y familiar. Pero todo cambia de golpe cuando, en un movimiento i...