En tu casa.

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Cuando salieron de la casa de Vic, fueron al auto.
Tu te sentaste en el asiento del copiloto y ella en el asiento del conductor. Vic manejaba mientras tenía una mano en tu muslo.

-Me pones nerviosa.-Dices

-Lo sé, pero eres muy suave.
Tu pusiste tu mano encima de la suya. Ella se puso nerviosa y lo notaste.

-Olé olé olé olé gané, gané.- Celebraste

-Yo gané anoche.-Comentó Vic

-Si y ahora camino muy mal, me dejaste temblando.

-Perdón, linda, pero me dejé llevar.

-Llegamos.
Vic estacionó el auto. Ustedes entraron a la casa, Vic detrás tuyo.

-Rodri.

-¿Qué?

-¿Vicki puede almorzar con nosotros? Te quiere conocer.

-Bueno, dale. Pero yo no voy a cocinar.
Tu asentiste y le presentaste Vic a Rodri.

-Ella es Victoria y el es Rodrigo.
Vic le estrechó la mano y el también.

-Voy a hacer la comida.-Dijiste.

-Te ayudo.-Dijo Vic.
Carre se sentó en la mesa y miró su celular. Tu empezaste a hacer espaguetis y Vic te ayudó.

-¿Además de cantante sos cocinera?-Hablaste con Vic.

-Soy solidaria.

-Me di cuenta.

-Y me gustan las recompensas.

-¿Qué recompensas?

-Estás.
Vic te agarró con una mano de la pera/mentón y con la libre de la cintura, te besó y te puso contra la encimera.

-Estoy acá.-Dijo Carre traumado.

-No te hagas el homófobo que tú me viste manoseandome con una chica en el liceo/secundaria.-Comentaste.

-Es verdad.
Victoria se ahogó por reírse.

-No te preocupes, podés confiar en mí hermano.-Hablaste.

-Si, podés confiar en ti cuñado.
Te alejaste de Vic y te acercaste al oído de Carre.

-Todavia no somos novias.

-Perdón, mala mía.
Cuando dijo eso el se fue y se quedaron solas. Tu te acercaste a Vicki.

-¿En donde estábamos?

-Creo que en esto.- Ella te volvió a subir a la encimera y te siguió besando.

-Espera.

-¿Qué pasa?

-Los espaguetis.
Tu sacaste los espaguetis del fuego y los serviste en 3 platos.

-A comer!-Le gritaste a tu hermano.

-Voy!-Contestó.

-Esto no se va a quedar así.
Tu te sentaste en la mesa y dijiste:

-Ay que miedo-En tono sarcástico.
Todos se sentaron y platicaron. Cuando terminaron tu recogiste los platos de las mesa y los empezaste a lavar. Carre se fue a su habitación y Vic atrás tuyo, pero tú no sabías.
Ella te sorprendió dándote una nalgada fuerte, tu diste un pequeño salto y dijiste:

-Mierda!, María Victoria!

-Tu tentaste.

-Duele.
Ella te habló al oído con una voz ronca:

-Pensé que te gustó. Ya no lo hago más, tranqui.

-Esa voz es mi debilidad.
Ella se puso atrás tuyo y te puso su mano en tu tta.

-¿Lo haces a propósito?

-Quiza.

-Le voy a decir a Rodrigo.
Ella te soltó.

-Ush, no se puede jugar contigo.
Tu le sacas la lengua y te vas a tu cuarto, ella te sigue. Cuando tú te acuestas. Ella se sorprende al ver tu cuarto.

YO CREO EN EL AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora