4. Guardianes. Pt. 1

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Ubicación: Desconocida
130 años después.

Se podía ver unas hermosas alas aletear con rapidez a traves de las nubes. La luz del sol provocaba que la cabellera blanca se notará con más caridad mientras se movía agilmente por el cielo.

Aquel día, había despertado sintiendo una extraña sensación en su pecho, como una premonición o algo por el estilo. Sentía intriga por aquello.

"Ojalá no sea nada malo"

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Polo Norte

Un señor de alta estatura, con gran barba blanca y tatuajes resaltantes, se encontraba moviéndose de un lado a otro mientras tardeada una canción. Se le podía observar esculpir algo sobre un gran bloque de hielo.

Tomó una de las galletas que le extendió unos de sus elfos asistentes para después admirar su nueva creación: un tren de hielo. Tan concentrado estaba, hasta que un Yeti abrió la puerta y destruyó accidentalmente su obra.

–¡AH!¡NO! –exclamó espantado viendo su creación hecha pedazos sobre el suelo.

El yeti solo se puso las manos en el rostro sorprendido y arrepentido de su acción.

–¿¡Cuántas veces debo decirte de toques!? –dijo frustrado.

El yeti se quejó y le señaló en dirección afuera.

–¿Qué?¿El mundo? –preguntó confundido.

Se paró de su asiento y a pasos apresurados, salió de su oficina y se aproximó a un gran salón donde se podía ver la esfera del planeta, donde habían miles de brillantes luces doradas parpadeando.

–¿Y esto qué es? –preguntó al aire mientras miraba atento lo que sucedía.

De repente, una especie de arena negra comenzó a rodear la esfera mientras estas luces doradas se comenzaban a extinguir. Él, asustado, solo pudo observar, mientras que sus asistentes corrían de un lado hacia otro atemorizados.

De un momento a otro, aquella arena desapareció de golpe, y se pudo ver como una sombra pasaba alrededor del mundo a la vez que soltaba una carcajada qué no venía con buenas intenciones.

–No puede ser... –susurró mientras aun seguía atónito.

Miró a uno de sus elfos y lo señaló.

–Haz los preparativos. Vamos a tener compañía.

Se aproximó a una palanca y la giró, provocando así que hermosas auroras se reflejaron en el cielo, formando una señal.

***

Se podían ver miles de pequeñas hadas recolectando dientes desde diferentes casas para así llegar a un punto en común.

–Moscú, sector nueve, 32 incisivos y 18 premolares. ¡Ah! Alerta de lluvia. Hay una cúspide en la calle Maydo.

Una voz se escuchaba hablar de un lado a otro mientras daba instrucciones a las pequeñas hadas sobre la organización de los dientes

–¡Oigan!. Esperen, es su primer diente –expresó con ternura en su voz.

–¿Habías visto un incisivo tan adorable en toda tu vida? –dijo con emoción a las haditas que la rodeaban.

Una de las pequeñas hadas le señaló hacia arriba, logrando así notar las resplandecientes auroras en el cielo. No dudó en volar rápidamente hacia esa dirección, siendo seguida por varias de sus hadas.

Compañeros guardianes, es nuestro deber vigilar a los niños del mundo y mantenerlos a salvo. Llevar asombro, esperanza y sueños. Así que decidí reunirlos aquí por una razón, y solo una razón: los niños corren peligro.

Just Us (El Origen De Los Guardianes X Maleoc)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora