Just Us (El Origen De Los Guardianes X Maleoc)

8. Unidos

Narrador

La aparición de Pitch había dejado inquietos a todos los presentes, sin mencionar las palabras que había dicho.

Aun estando triste debido a lo que pasó, el Hada se puso de pie y miró confusa a Norte.

—Cuando Pitch dijo que Matthew había rechazado ser un Guardián, ¿Era cierto?

Norte desvió la mirada algo nervioso.Todos miraron a Norte expectantes, a excepción de Matthew. Él, por su parte, solo se cruzó de brazos y se apoyo en un gran árbol qué había al lado de un lago.

—Así es. Hace un siglo atrás, el hombre de la Luna hizo su aparición en mi gran salón y eligió a Matt como Guardián. —comenzó a explicar mientras hacía pequeños dibujos de caramelos en la tierra con su espada.

—Y hasta ahora nos lo cuentas. —se quejó Conejo, empezando así una pequeña discusión.

Jack se acercó a Matthew y se sentó a su lado. Al ver esto, Matthew hizo lo mismo manteniendo sus manos sostenidas a la guadaña.

—Es muy bonita. —halagó Jack a su arma.

—Así es, aunque no la uso mucho realmente. Solo es parte de mi apariencia. —le sonrió con calma.

Jack se removió en su lugar, buscando las palabras correctas para expresar la curiosidad que sentía.

—Rechacé ser un Guardián por motivos personales, y ahora no será diferente. —explicó con un tono lo suficientemente alto como para que todos escucharan.

Jack se mantuvo en silencio, sin intención de insistir en aquel tema que parecía ser delicado. Jack se puso de pie y le extendió la mano a Matthew esperando a que la tomara.  Él, por otro lado, lo miró con un gesto interrogante y divertido.

—No me llevarás a patinar sobre hielo otra vez, ¿verdad?

Jack solo rió y negó.

—Caminemos por un rato. Ya sé lo malo que eres patinando, y no quiero hacerme responsable por algún hueso roto. —le respondió divertido.

Con una sonrisa, Matthew aceptó la mano de Jack para poder ponerse de pie. Dejando a los demás atrás quienes parecían tener una seria conversación, Jack y Matthew se adentraron un poco en el bosque que rodeaba el palacio de los dientes.

Ambos iban en un silencio cómodo, uno cerca del otro. Matthew se encontraba encantado con las flores extrañas que habían a su alrededor. Mientras que Jack estaba miraba con atención el como Matthew veía fascinado a su alrededor.

Se fijo en los pequeños y sutiles gestos que Matthew hacia cuando veía algo curioso, o en la forma en la que sus alas aleteaban mostrando entusiasmo.

Al verse pensado así, un ligero sonrojo apareció en su pálido rostro, por lo que lo volteó fingiendo qué también veía a su alrededor.

De forma discreta, Jack creó varias rosas de hielo a un lado del camino, justo en la dirección donde Matthew estaba viendo.

—¡Jack, mira! — Matthew le señaló aquellas rosas y ambos se acercaron a verlas de cerca. —Son muy lindas. ¿Tú las hiciste?

Alzando un poco su pecho y sosteniendo su cayado orgulloso, respondió  —Así es.

Matthew rió ante esto y decidió seguirle un poco el juego.

—¿Qué más puedes crear?

Jack sonrió con entusiasmo y levantó su cayado.

—Ya verás.

Usando su magia, creó un camino de grandes flores hacia el lugar de donde habían venido. Congeló el suelo y creó dos pares de patines para ambos. Matthew rodó los ojos divertido.