Ninguno de los dos se acordaba del otro, mucho menos como se conocieron y que sintieron la primera vez; pero ambos sentían esa sensación de sentir que conocían al otro cuando terminaron trabajando juntos para la inauguración del zoológicos más grand...
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Sinceramente, no me gusta contar detalles de mi vida sexual; pero aveces se puede hacer alguna una que otra excepción de las cosas que no nos gustan. Como estaba vez yo rompiendo mi regla de acostarme con cualquier aparecido de por ahí...realmente no la estoy rompiendo, solo es una excusa para no demostrar como se me pusieron los pelos de punta en el momento en que sus manos pasaron por todo mi cuerpo y me pusiera en una porquería estado de sumisión como nunca antes lo había estado. No es que ser sumiso en la cama sea malo, lo que realmente no me gusta es la creencia de que al serlo, "te vuelves una persona débil que depende los demás y lo único que sirve es complacer a los otros"
Vallasen todos a la mierda, por su culpa es que me encuentro aquí templando mientras este hombre me acorrala contra la pared.
Con una de mis manos, me guíe buscando el borde de la pared aún con mi boca siendo devorada por sus labios. Cómo pude, empecé a caminar para atrás en dirección al pasillo en donde se encontraba la habitación al fondo; entramos mientras sentí el leve aire de la puerta al ser cerrada con fuerza y como de un momento a otro, caímos en la cama él encima mío sin poder mover ni un solo dedo. Quería protestar y a la vez no, quería escapar y a la vez no; algo extraño en mí no quería hacer esto, como si tuviera miedo de lo que pasara a pesar de no ser la primera vez.
Tense un poco el cuerpo, frunciendo el ceño y apretando las sábanas debajo de mí; desde que lo conocí me causó interés de cómo era a la hora de tener sexo; pero no me imaginé que a la ahora de la verdad, me sintiera completamente indefenso trayéndome una completa ansiedad y poniéndome indefenso con ganas de escapar. "Su porte dominante...no, no podía ser por eso" pensaba mientras inconscientemente me intentaba alejar de él con miedo a que me hiciera algo.
De un momento a otro, se detuvo suspirando y cayendo encima mío apoyando su cabeza sobre mi pecho—Si no quieres, no tenemos que hacerlo—dijo después de unos segundos de completo silencio, me quedé perplejo por un momento sin saber qué hacer—desde aquí puedo notar que no te gusta esto—alzó la mirada con un ojo cerrado y el otro abierto—así que no te obligaré a todo esto—se frotó los ojos buscando entre su abrigo sus gafas para poder colocárselas.
—...Nunca nadie me habían preguntado—admití apoyando mis codos en la cama aún indeciso de mis palabras—¿pa' qué quieres mi opinión? Ya habías empezado, no creí que fueras a parar así de repente.
En todo momento, tenía la vista apartada de él, hasta que decidí tomar valor y verlo a los ojos, notando como sus ojos azules permanecían mirando la punta de mi nariz. En medio de todo, pude notar lo desgraciadamente atractivo que era cuando tenía sus gafas puestas, si ya lo era sin ellas, estas le aumentaba mil veces más ante los ojos de cualquiera.
