Ninguno de los dos se acordaba del otro, mucho menos como se conocieron y que sintieron la primera vez; pero ambos sentían esa sensación de sentir que conocían al otro cuando terminaron trabajando juntos para la inauguración del zoológicos más grand...
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༻┅┅༺ IX
Los sonidos obscenos, el chapoteo entre los dos cuerpos pegados, como entraba y salía si parar ni un momento, el lubricante escurriendo entre mis piernas; la sensación de tenerlo adentro con las piernas temblorosas y la respiración agitada sin parar de gemir...es hermoso la sensación de tener sexo, ¿pero cómo carajos llegamos a esto?
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La idea de Giyuu no me pareció mala, estaba enojado y un buen trago no le haría mal a nadie. No era borracho pero, para mí la mejor forma de despejar la mente era fumando y cuando ya no podía más, tocaba beber un poco intentando olvidar todo los problemas; así que no pasaría nada si fuéramos los dos a beber.
En el poco tiempo que llevada conociéndolo se avía vuelto una persona especial para mí, ninguno en este mundo avía apoyado mi idea de explotar el carro de el pendejo de mi ex; pero él no solamente me apoyó, si no también me ayudó con mi hazaña sin importarle meternos en problemas por...literalmente hacer un delito por dañar un bien material ajeno.
Reí un poco mientras apoyaba mi espalda en el asiento delantero mirando mi celular sin hacer nada—¿con quién hablas?—la mirada de Giyuu en el asiento del conductor, se clavó en mí de un momento a otro.
—Con nadie—rodeé los ojos llevando mi vista hacia la ventana pero una preguntas se quedó en mi mente—¿No se supone que tú vives en Ishikawa?—Asintió fijando la mirada a la calle—¿Cómo mierda conseguiste este carro?—fruncí el ceño sin interés dejando caer mi brazo con mi celular al muslo.
—Hay cosas que es mejor no saberlo, muñeco—alce una ceja curioso por el apodo.
—¿Muñeco? Nunca me avían dicho así—noté como sonrío un poco, alegrándose por eso.
—Al menos, así puedo ser el único que te lo diga.
Agite la cabeza abriendo un poco los ojos, alce mi celular nuevamente viendo mensajes de Zenitsu preguntándome a gritos en donde estaba y si sabía quién avía sido el culpable del incendio en uno de los parqueaderos de al lado del zoológico. Fruncí el ceño chistando con la lengua, dándome fuerza morar para emprender una conversación. Bastaron unos minutos para empezar a pelear con él por la estupidez que avía hecho, intento llamar varias veces pero no le contestaba al estar con Giyuu y más peleando con Zenitsu quien empieza a gritar como una loca y lo aturde a uno por el teléfono.
En medio de mi enojo, un pequeño roce en mi pierna atrajo mi atención, mire de reojo y podé notar una de las manos de Giyuu sobre mi muslo acariciándolo levemente. Una pequeña sonrisa apareció en mi rostro y a la vez, una idea que dejaría ardidos a más de uno. Sin pensarlo dos veces, tomé una foto a la mano de Giyuu sobre mi pierna y la publiqué en X (Twitter) sin decir ni una palabra, dejando ver las venas marcadas de sus manos mientras sentía el frío metal de sus anillos en mi piel. No se hizo esperar el comentario de la persona con la que estaba peleando y los miles de mensajes en el chat preguntándome ¿en donde estaba?, ¿con quién?, ¿pa donde iba?, ¿si me iban a secuestrar?, entre otros más insultos; pero una risa salió de mi boca al ver el tan extraño comentario de Inosuke.
