No era solamente que Geto hubiera besado cada rincón de su cuerpo y la hubiera bendecido con el amor suficiente para olvidar su pasado.Sino que ahora una dulce preocupación constante abrumaba su espíritu.Ella era quien debía conocer más de estos temas, pero tenía miedo de que sus ganas de ser feliz la estuvieran engañando. Fuera de si estaba dispuesta a creerlo o no , Shoko no había visto su período en tres meses y su cuerpo ya no podía gritarlo de más maneras.Hasta la forma en que reaccionaba al olor corporal de su amado, aferrándose como una criatura que necesitaba calor urgentemente.Sus mejillas se sonrojaban al recordarlo, cuando la abrazaba lo suficiente como para cubrir su cuerpo y el dolor de su corazón.Estaba enamorada, pero no solo eso.
Minoru había adquirido la costumbre de dormir con la cabeza recostada en su vientre y esa cercanía silenciosa de su ahijado se debía a lo sensible que era el pequeño a esa nueva energía maldita en su interior:
-Suguru....yo....
- Mujer.Me estás angustiando¿Qué sucede?- Geto no sabía como reaccionar y sus palabras exaltadas no eran las mejores.
A veces se desesperaba pero trataba de acostumbrarse a que su presencia siempre sería una lucha entre el trauma de Shoko que la hacía sentir insuficiente y el deseo de una vida tranquila juntos.A veces perdía la paciencia pero siempre pedía perdón.
***Horas antes***
Utahime la había examinado con cuidado esa mañana, mientras el pequeño Minoru dormía.Sus pechos adoloridos y sus caderas abultadas, junto con ese creciente peso que solo alguien que no acostumbra a verla desnuda siempre podría percibir.Geto era indiferente a esos cambios, una mezcla de amor y adoración le impedían comprender que Shoko estaba acercándose a la maternidad sin ser del todo consciente de ello.
-Amiga....-susurró Utahime -¿ no recuerdas como cambié cuando supe que iba a tener a Minoru?
-Si ... -ella solo podía responder monossílabos conteniendo las lágrimas.
Utahime era directa cuando lo requería y no dudó en decir lo que ameritaba la situación.
-Shoko...si tu prometido no se hiciera cargo debes saber que estaré aquí para ti.
La chica que permanecía pálida se sorprendió ante tal confesión:
-!No¡ ¿Como creés? Ahora que Satoru volvió jamás me interpondría de esa forma.
- No importa - sonrió cálidamente - Estaría loca si te dejase sola.
-Utahime-san... gracias.
-Soy yo quien debería agradecer.
Geto había pasado una mañana agitada y angustiada.Satoru permanecía en la luna a penas prestando atención a la pequeña clase de negocios que el asesor financiero de Mei Mei se estaba esforzándose en darles.No podía culparlo, porque el inglés no era un idioma lo suficientemente interesante y el señor se sentía intimidado por el aura que emanaba su maldición dragón que estaba siempre desplegada por si algún extranjero se pasaba de listo. Aún así Geto puso atención y siguió tomando notas.
Las preocupaciones de Suguru sobre su futuro se volvían más palpables.Quería que Shoko comiera bien, que se vistiera adecuadamente y que no tuviera preocupaciones por el resto de su vida. Un futuro donde solo ellos dos era felices lo mantenía motivado.Hasta que ambos tomaron la decisión de quedarse en ese país nuevo, que nada tendrían que buscar en Japón.No le había comentado nada a su amigo, pero Gojo era lo suficientemente perspicaz para comprender que la casa pequeña donde Geto se hospedaba ya había dejado de ser un alquiler al convencer al dueño de vendérsela. Hasta el perfume de Shoko era notable en la habitación, pero Gojo sabiá que la pareja de amigos era demasiado modesta para andarse exponiendo sin estar casados.Eran sigilosos y prudentes, por eso los estimaba tanto.
- Aún cree que me cansaré de ella y desistiré en casarme.
-Mujer testaruda.Solo superada por Utahime.
-Jajaja, supongo.
- A estas alturas necesitas un pequeño empujón o milagro para convencerla.
-Realmente lo necesito.Aunque tengo que confesar que estoy harto de tener que visitar a mi mujer como si fuese un estudiante.
-"Tu mujer"- Satoru jugaba con ese tono burlón que hacía enojar a Geto.
-!Ya déjame en paz!-dijo fingiendo molestia.
Mei Mei le habia confiado la dirección de parte de los negocios que sentía que le eran complejos de controlar.Mantener motivados a sus trabajadores y alejadas a las mafias mientras se esforzaban pro permanecer nebulosamente en el marco de las ambiguas leyes americanas necesitaba de una mano dura y alguien que no pudiera morir fácilmente de un balazo.Geto podía cumplir ambas cosas y además era japonés, un tema siempre puesto en alta estima por alguien como Mei Mei.
Cuando ambos amigos llegaron a la casa de Utahime y Shoko, el ambiente estaba tenso.Minoru corrió feliz a los brazos de su padre que se regocijó como si fuera otro niño más.
Pero la cara de Shoko dubitativa preocupó a Geto a pesar de que Utahime a penas lograba contener la excitación.
-¿Qué sucede chicas?¿Pasó algo?
-Daremos un paseo-contestó la sacerdotisa.
-¿Qué? - dudo Gojo.
-Comprémosle a Minoru los helados que tanto le gustan.
No era esa la rutina de esos días y más para su mujer que si en algo no escatimaba era en ahorrar.La rapidez con la que ambos: papá y bebé, fueron despachados de la habitación y llevados al puesto de nieve saborizada más cercano era de envidiar.Utahime sabía cuando no estar tanto como cuando estar presente y dejar a su amiga tener privacidad. Gojo aún no captaba nada, algo lógico pues cuando Minoru y su padre estaban juntos el mundo se reducía prácticamente solo a ellos dos.
Geto estaba más preocupado que nunca, la escena no pintaba para algo normal.Al acercarse a su amada y ver que las lágrimas que la adornaban eran de felicidad se calmó un poco, se disculpó por expresarse sin cuidado de sonar agitado.
Ella susurró unas palabras que se quedarían impregnadas en sus oídos por siempre.Las pupilas en los ojos negros de Suguro se dilataron y la luz de la ventana se reflejó en ellos.Parecían brillar simplemente porque ya no estaban solos en esa habitación.
Notas del autor:
Se acercan los capítulos finales de este fic.Gracias por leer mi pequeña y apresurada historia, si estás aquí en el futuro espero haber corregido algunos detalles.El manga original está por terminar y quiero que mis páginas le den algo de alivio a los fans que nos quedamos sin interacciones de este tipo en la historia oficial.
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Linaje del Infinito
FanficEl Clan Gojo estaba desesperado: el silencio no lograba acallar los rumores de como el prometedor matrimonio entre el heredero de los seis ojos y una impecable hechicera de una familia aliada no les había entregado ningún retoño. Cinco había sido lo...