❝ 𝙋𝙚𝙡𝙪𝙘𝙖𝙨 𝙮 𝙑𝙚𝙨𝙩𝙞𝙙𝙤𝙨 ❞

🫧 Viejos amigos

Un nuevo día en la escuela secundaria comenzaba, despertó demprano gracias a su alarma, se levantó y como lo era su rutina habitual, tomo un rápido baño y para cuando terminó lavó sus dientes, cambio su uniforme y bajo a la cocina para prepararse algo, siempre acostumbró hacer todo aquello en silencio ya que para cuando se alistaba para ir al colegio sus padres ya se habían ido a sus respectivas oficinas.

Preparó un pequeño almuerzo el cual constaba de un sandwich sencillo con jamón y lechuga, un poco de fruta y una botella de agua; después de tomar su mochila la cual ya estaba preparada salió de casa y tomo en marcha su camino a la escuela.

Al igual que en casa, su camino era en silencio, tampoco se molestaba en escuchar algo de música, porque lamentablemente aprendió a las malas a no traer audífonos puestos ya que en el camino podría encontrarse de nuevo a alguno de sus compañeros de clase quienes lo sorprenderían por algún lado y como los últimos 4 pares de audifonos que tuvo, seguramente terminarían hechos pedazos en la acera.

Se encontraba llegando a la escuela, no faltaron los empujones habituales por parte de personas que ni siquiera se tomaba el tiempo de mirar sus rostros, todos acostumbraban a aglomerarse en la entrada y no importaba si había llegado primero, siempre terminaba siendo de los últimos en pasar, tampoco podría hacer algo al respecto o terminaría de nuevo en el piso de la entrada con un ojo morado.

Al llegar a su salón y entrar por la puerta trasera, tomo asiento en su lugar habitual, la parte de atrás en la esquina, ese pupitre viejo en el que no faltaba las nuevas palabras a pesar de ayer haber salido tarde por tomarse el tiempo de limpiar, tales como "marica", "travesti", "maricon", "trapito", "cuánto cobras?", o como la mayoría del tiempo amaban poner, "suicidate", entre otras cosas estúpidas.

Acotumbraban a usar palabras un poco hirientes, pero estaba orgulloso de que poco a poco comenzaba a acostumbrarse más a ellas...

Además solían ser tan cobardes que a pesar de levantar la mirada y buscar a algún posible responsable, nunca encontraba a nadie, porque todos se encontraban riendo y platicando entre amigos haciendo como si él no existiera, así que no tenía más remedio de bajar la cabeza y esperar a que la clase iniciara.

La clase comenzó y como siempre, no participaba, ni siquiera se tomaba el tiempo de intentarlo, ya que parecía que incluso los profesores lo ignoraban, no lograba descifrar si era su baja autoestima la que lo hacía sentir que así era, o simplemente los profesores lo pasaban por alto sin ninguna intención, de cualquier forma, no hacía ningún esfuerzo por destacar.

El primer periodo terminó y tuvieron un pequeño descanso para esperar a que el siguiente profesor llegara, simplemente se dedicó a quedarse cabizbajo en su lugar, hasta que no soporto el bullicio y mejor decidió salir al baño a tomar un poco de aire, ya que si seguía allí sentía que iba a sofocarse.

Al llegar al baño y entrar a un cubículo, se dedicó a hacer sus necesidades para después tomar haciento sobre la tapa del inodoro, trataba de regular su respiración para prepararse mentalmente y volver a la clase más tranquilo, cuando lo logró y salió, para su mala suerte iban entrando un grupo de cinco chicos de la clase de al lado, los cuales solían molestarlo también.

-- Miren nada más --anunció el chico más alto del grupo-- Hola Felix, ¿cómo estás pequeño?

Él simplemente bajo la mirada como acostumbra a hacer y se quedó quieto en su lugar.

-- ¿te comió la lengua el ratón o no piensas responder? --preguntó otro chico-- Responde maricon... --mandó mientras golpeo la cabeza de Felix con la palma de su mano.

-- Estoy bien... --respondió en voz baja.

-- Eso creía --dijo el primer chico con una sonrisa en su rostro, mientras sobaba la mejilla del más pequeño-- En la tarde pensamos pasar un buen rato, así que ¿por qué no nos esperas, eh? --propuso el chico mientras deslizaba su palma hasta la oreja de Felix para terminar jalandola hacia abajo sin soltarla de un solo movimiento-- Mas te vale esperar porque ya sabes que si te escapas...para la próxima te va peor marica.