~•Capitulo 7•~

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-¿Asesinaste a Zico? -Tae negó sin dejar la seriedad mortal en su rostro- ¿Dónde está Zico, entonces? -se encogió de hombros restándole importancia a la pregunta.

-No le hice nada, no tengo motivos, el no destruyó lo que amaba -El ceño de Yeonjun y de los pocos que estaban en el recibidor, se frunció.

-¿De qué estás hablando? ¿Si no fue Zico, entonces quién? ¿Acaso sabías de otro sospechoso y no nos dijiste nada? No estoy entendiendo lo que está pasando -Tae esbozó una sonrisa ladina.

-Fui yo, Yeonjun -El militar se mostró confundido.

-¿Tu? ¿Qué cosa fuiste tu?

-Siempre fui yo... -Murmuró con un suspiro.

-¿Que mierda estás diciendo? -Yeonjun pensaba seriamente que Tae estaba bajo los efectos de alguna droga para estar diciendo tantas sandeces.

-Hicieron un gran trabajo buscando al culpable, aunque siempre lo tuvieron frente a sus narices -Esta vez todos prestaron atención a la conversación.

-¿Que intentas decir? -Su tono de voz disminuyó en volumen, no le gustaba hacia donde se dirigía la conversación.

-Yo asesiné a Jungkook, yo soy el asesino Golden -Yeonjun y un par de militares soltaron bufidos de incredulidad e incluso un par de risitas.

-¿Que? ¿Te has vuelto loco? ¿Consumiste alguna droga? -La sonrisa en el rostro de Tae se borró por completo.

Drogas, odiaba esas cosas y odiaba mucho más que lo relacionaran con ellas.

-Estoy perfectamente cuerdo, tu preguntaste si había manchado mis manos y yo respondí, tomé la justicia por mí mismo y cumplí venganza por lo que Jungkook me hizo años atrás

Esta vez aparte de incrédulo, Yeonjun se veía un poco molesto.

-¿Esperas que te crea esa barbaridad? ¿Qué pudo haberte hecho Jungkook? Era un ángel- Tae soltó una risa sarcástica mostrando todos sus dientes.

Le daba tanta gracia el estima tan alto que le tenían a Jungkook, que, si no lo conociera de atrás, creería ciegamente en las palabras de los oficiales.

-¿Un ángel? Un ángel caído querrás decir porque la maldad corría por sus venas, aunque aparentara lo contrario frente a todos, nunca nadie lo conoció como yo lo hice, nunca nadie vio la verdad de su oscura alma -Exclamó con tanto odio en la voz y una oscuridad en los ojos que Yeonjun comenzó a creer lo que decía.

-¿Realmente lo hiciste? ¿Estás hablando en serio? -Su temblorosa voz, le dio asco a Tae

-Lo he confesado -Yeonjun negó con la cabeza, seguía sin poder creer lo que oía y varios de su equipo pasaban por lo mismo.

Tae podía ser muchas cosas, pero nunca un asesino, ellos estaban seguros de conocerlo, era una persona amable y honesta.

-¡Tú no puedes ser el asesino dorado! No hay una sola prueba en tu contra -Tae paseó sus ojos por varios de los militares antes de hablar con altivez.

-Porque yo me encargué de que así fuera y los llevé hacia la dirección que quería

Los militares guardaron silencio, no podían creerlo.

-¿Mi declaración no basta para hacerte sospechar aunque sea un poco? Al menos deberías llevarme a la sala de pulsaciones y comprobarlo por ti mismo -La sonrisa en su rostro o se había borrado, parecía un niño confesando sus crímenes con felicidad.

-Pero tu... No puede ser, ¿por qué querrías matarlo? -ciertamente se veía muy desconcertado por esa información.

-Porque lo odio, siempre lo hice -Siseó como una serpiente a punto de atacar.

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