Conexiones

Capítulo 13: Día 1 (cont. 4)

AN: ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias por todo el apoyo y los comentarios! No puedo expresar lo útil que ha sido. He tenido algunas dificultades para escribir últimamente, pero espero mantener las actualizaciones con bastante regularidad y les avisaré si creo que eso podría cambiar. Nuevamente, ¡muchas gracias y espero que todos lo disfruten! Por favor, háganme saber lo que piensan y cualquier sugerencia que tengan.

La gente estaba gritando.

Sasuke podía escucharlos, débilmente, por encima del rugido de su propia sangre corriendo por sus venas y el sonido del chakra siendo acumulado.

Civiles. Muchos de ellos. Las batallas ninja no estaban destinadas a tener lugar en medio de calles tranquilas en un país extranjero felizmente ignorante. Estas personas ni siquiera sabían qué era el chakra, y mucho menos cómo evitar jutsus de alta potencia.

Pero no eran ciudadanos de Konoha, y ese era su hermano parado allí, con un kunai en una mano y el rostro distorsionado por la frustración y la ira.

Sasuke no podía recordar la última vez que había visto a su hermano enojado.

Y Harry Potter estaba a miles de kilómetros de distancia, a salvo bajo la protección de uno de los mejores ninjas médicos vivos. Los labios de Sasuke se torcieron en una mueca de desprecio. "Esta vez no", susurró.

Itachi lo escuchó y entrecerró los ojos mientras el resto de su rostro se suavizaba hasta mostrar un desinterés perfecto. "Estás sobreestimando tus habilidades una vez más, hermano menor tonto".

Esa furia tan familiar y profunda le hervía el estómago mientras el resto de su cuerpo se sentía mortalmente frío. No perdería el control. No esta vez. No atacaría a ciegas. Atacaría para matar. Atacaría con un propósito. Atacaría con poder.

Eso no le impidió lanzar un puñado de senbon. Rompió la calma momentánea y envió a su hermano a la acción, revoloteando hacia la izquierda. Sasuke se lanzó en la misma dirección. Naruto estaba en el camino. Con una maldición, el chico rubio se arrojó sabiamente hacia atrás. Sasuke no iba a detenerse. Su katana salió en un solo movimiento, el acero cuidadosamente elaborado silbó en el aire antes de estrellarse contra el kunai, agrietándolo, destrozando el metal inferior y cortando a través de la tela, la carne y el humo.

Había esperado el clon.

Justo cuando esperaba el jutsu de fuego que venía desde la izquierda. Era uno de los jutsu más básicos, muy familiar para cualquier Uchiha bien entrenado. Fue una bofetada en la cara. Y Sasuke gruñó mientras saltaba hacia atrás para aterrizar con gracia sobre un auto cercano.

Había cinco Narutos ahora llenando el patio. Cada uno le gruñó a Itachi mientras cargaban contra él. Era un ataque condenado al fracaso, pero eso nunca había detenido a Naruto antes. Con un grito, los cinco entraron en acción, tratando de acercarse a Itachi desde todos los ángulos. Itachi los dejó. Se mantuvo firme, con las manos colgando flojamente a sus costados y los ojos caídos. No le suponía nada evitar un ataque así. Dar un paso atrás hizo que dos Narutos chocaran entre sí. Voló tierra y luego salió humo. Oscureció parcialmente el rápido movimiento de la mano de Itachi cortando con kunai. Dos clones más desaparecieron. Itachi agarró al último Naruto por un hombro y lo arrojó hacia atrás. El joven rubio se estrelló contra la casa, destrozando una de las ventanas y destruyendo parte de la pared.

"Tendré que ocuparme de ti más tarde, Naruto-kun", anunció Itachi en voz baja.

Más gente gritaba y Naruto maldecía constantemente. Sasuke lo ignoró todo. Los gritos no eran más que una distracción. Las maldiciones solo significaban que Naruto estaba vivo.

Sasuke apretó más fuerte su katana mientras sus ojos giraban frenéticamente, buscando una oportunidad. Una batalla de jutsus no tendría sentido entre ellos. Tendría que confiar en su velocidad y esperar que finalmente fuera más rápido que su hermano. ¡Allí! Su hermano estaba girando hacia la derecha, muy levemente, cambiando su peso. Estaba respondiendo a algo más, pero era la oportunidad que Sasuke necesitaba. Se movió en silencio y con toda la velocidad mejorada por chakra que pudo empujar hacia sus piernas.