Cuatro

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Jake despertó antes que Tom y se removió en las sábanas, sintiéndose aún abrumado por el torbellino de emociones de la noche anterior. Aún con el calor del cuerpo de Tom a su lado, Jake se sintió distante, como si una barrera invisible se hubiera interpuesto entre ellos.

Se levantó de la cama con un nudo en el estómago, su confusión mezclándose con una creciente frustración. Caminó hacia la cocina con pasos pesados, su mente luchando por encontrar sentido a lo que había pasado.

Tom se despertó poco después, su mente alerta al notar la ausencia de Jake a su lado. Se incorporó lentamente, observando la cama vacía a su lado y sintiendo un peso en su pecho. No creía que lo que había ocurrido fuera un error, pero sabía que había sido precipitado, impulsivo.

Tom entró en la cocina poco después, su rostro aún adormilado. Al ver a Jake, hizo una sonrisa nerviosa, pero la preocupación en sus ojos era evidente.

"Días buenos" Dijo Tom, intentando sonar natural.

Jake no respondió de inmediato. En su lugar, cerró los ojos, tratando de mantener bajo control la mezcla de emociones que amenazaba con desbordarlo. La culpa, el deseo, y el resentimiento hacia sí mismo se mezclaban en su pecho. Finalmente, habló, su voz baja pero cargada de tensión.

"Esto no debería haber pasado, Tom." Las palabras salieron más duras de lo que había planeado.

Ante la seca repsuesta la sonrisa de Tom se desvanecio de apoco "Lo sé, fue impulsivo, pero... no creo que haya sido un error, almenos no para mi" respondió Tom, con tristeza en la voz, esperando poder calmar a Jake.

Jake giró sobre sus talones, mirándolo con ojos llenos de confusión y algo de rabia. "¿No crees que fue un error? ¿De verdad?" Su tono se elevó un poco, la mezcla de emociones superando su autocontrol.

"No quise que te sintieras así"

Ante eso ninguno respondió mas y mientras Tom preparaban el desayuno en el silencio incómodo su teléfono volvió a sonar. Esta vez, era un mensaje de su compañero de trabajo preguntando por su disponibilidad para una reunión importante. Tom miró el mensaje con frustración.

"Lo siento, Jake. Parece que tendré que ir a una reunión" dijo Tom, guardando el teléfono en su bolsillo.

Jake estaba algo perdido en su mente. "Está bien. No te preocupes por mí."

Tom se despidió de Jake con un abrazo breve y se fue a la reunión. Se quedó solo en el apartamento, sintiendo una mezcla de alivio y tristeza. Decidió pasar el día ocupándose de la repostería, sumergiéndose en la tarea para distraerse.

Durante el día, Jake recibió varios mensajes de Hunter, que se mostraba preocupado por él. Finalmente, Jake decidió encontrarse con Hunter en la cafetería, hoy el turno era de noche, los viernes cerraban más tarde. Necesitaba hablar con alguien.
Le ofreció una cálida bienvenida. Hunter notó la expresión cansada y preocupada de Jake.

"¿Todo bien chico sandia?" Preguntó Hunter, relajado con una pequeña sonrisa.

Jake suspiró, tomando un sorbo de su café.
"Más o menos. Ha sido un día complicado."

Hunter asintió, sin insistir demasiado. "Si necesitas hablar sobre algo, estoy aquí para escucharte. O si quieres salir. Pero justo hoy iré a una fiesta pero tu me entiendes" Dijo con una sonrisa intentando reconfortarlo "¿Vamos?" Dijo emocionado

Jake hizo una mueca "Hoy cierro hasta tarde."

Hunter resopló y miró a otro lado "Es aburrido cuando no vas. A ver si hay un chico o chica atractiva por ahí, igual nadie más bonito que tu, guiño guiño."  Jake rodó los ojos soltando una risa por el comentario. Realmente le ayudó a sentirse mejor.

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⏰ Última actualización: Sep 07 ⏰

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