5.

4 0 0
                                    


Era extraño, era como volver a secundaria; de esas veces en que pruebas por primera vez lo que es estar enamorado perdidamente de alguien de la forma más pura e inocente.

Lástima que toque la realidad más de una vez cuando la cara de ese chico lindo con pecas regresaba a mi memoria.

--

Como dije, dejé que mis sentimientos fueran lo que tuvieran que ser, pero manteniéndome lo suficientemente lejos como para cruzar el límite, teniendo esto en mente, no pude evitar las ganas de querer saber más sobre aquel chico lindo que me traía suspirando como bobo, por lo que intente stalkearlo, y bueno, fue así como conocí a quien ya había robado el corazón de mi amor... Una foto de un chiquillo castaño, pecoso y de sonrisa radiante siendo abrazado por el rubio, fue lo que pude hallar.

Obvio mi corazón no pudo evitar sentirse triste.

Como si fuera a propósito, Jeongin se dedicó a comentar lo muy enamorado que estaba y además lo mucho que deseaba casarse con Felix, revelando que ese es el nombre de su novio.

La cara que seguro pusimos Yuna y yo, no fue la más feliz ante lo que platicaba Jeongin. Pero nada podíamos hacer.

A la hora del descanso Changbin no pudo salir junto a mí, en cambio, Yuna, Yeji y Jeongin, sí.

—¿Qué trajiste de comer hoy, Yuna? —hablaban mientras tomaban asiento en la misma mesa que yo. No era la primera vez que nos sentábamos juntos.

—Ensalada, ¿y tú?

—Fruta, ¿gustan?

—Yo sí —dijo su amiga mientras que yo negué amablemente.

—¿Qué trajiste tú, Min?

—Un sándwich y galletas, ¿quieres? —extendí el paquete a las chicas frente mío.

Ambas negaron, pero justo llegaba el rubio a unírsenos, sentándose junto a mí.

—Yo sí —hablo mientras sacaba una galleta del empaque.

—¿Qué trajiste para comer, Innie? —preguntaba la peli-roja.

—Mi novio hizo lasaña ayer.

—¿Vives con él? —cuestionó Yeji.

—No, pero ayer llego de visita, va quedarse conmigo unos días.

—Por eso te ves tan feliz hoy —agregó la castaña a lo que su amiga le miro de reojo.

Jeongin solo rio un poco.

—¿Se nota mucho?

—Algo —me atreví a comentar sin mirar más que a mi sándwich.

—¿Tú tienes pareja, Min?

—No. ¿Qué hay de ti, Yeji?

—Tampoco.

—Estoy igual —dijo Yuna.

—¿Y cómo se conocieron?

—¿Mi novio y yo? —vio que la castaña solo asintió— Estuvimos en el mismo colegio. Hace dos años que estamos juntos, solo que por la universidad me vine a vivir a esta ciudad, mientras que él se quedó estudiando en nuestra ciudad natal.

El estómago se me había revuelto, pero sabía que debía comer o más tarde tendría hambre.

—Dos años... Wow.

—Sí, de hecho, ya estamos pensando en casarnos.

—¿Casarse? —exclamo sorprendida Yuna.

—Síp.

—Pero, eso es algo que se piensa mucho y eso. Ya sabes, por si encuentras a alguien más.

—Verás, yo antes ya había salido con varias personas, pero nada formal porque quería que quién fuera mi pareja oficial, fuese la persona con la que me quiero casar. Por eso cuando él y yo empezamos nuestra relación no dude en pedirle fuera mi novio, supe que sería él con quien quiero estar.

Auch. Mi pobre corazón sufría.

—Me llene, así que voy a regresar —me levante de la mesa saliendo de esa conversación.

Entrando de nuevo a la cocina me tope con Changbin.

—¿Ya se acabó tu descanso?

—No, solo que se me revolvió el estómago.

—¿Eh?, ¿y eso?

—Pasa que a Yeji se le ocurrió la genial y oportuna idea de sacarle platica a Jeongin sobre su novio.

—¿Y luego?

—Pues él muy amable nos contó su historia y lo de que se quiere casar con él —hice una mueca de disgusto.

—Ay, Min, pobre de ti.

Suspire pesado en respuesta.

—Solo a mi se me ocurre fijarme en alguien con pareja.

Después de la pequeña charla con mi amigo seguí de largo hasta los lockers donde guardábamos nuestras pertenencias, aún faltaban cinco minutos por lo que me quedé viendo mi instagram en esa área.

—Creí que ya habías vuelto a trabaja —volteé al escuchar eso encontrándome con el rubio.

—Aún sobra tiempo y ya no nos falta más que etiquetar.

—Por suerte, ya estoy cansado y aún falta para que salgamos.

Era probable que si estaba motivado por regresar a casa fuese por su novio.

—Sí, yo también ya me quiero ir —apague mi celular, me lo guarde y regrese a trabajar.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 07 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Si tan solo...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora