☆Medicina

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El dolor no cesa, 
es una sombra que nunca se aparta, 
cada día pesa más, 
cada noche arranca otra parte de mí. 
 
He buscado remedios, 
pastillas para calmar el llanto, 
palabras para aliviar el peso, 
pero ninguna cura la grieta, 
ninguna tapa este hueco profundo. 
 
Y entonces aparece, 
como una solución secreta, 
una medicina que susurra mi nombre, 
prometiendo el descanso que nunca llega. 
 
Suicidio, 
la palabra que ronda mi mente, 
como un bálsamo para el dolor que no miente, 
una puerta que promete silencio, 
un fin al caos en mi pecho. 
 
Se siente como una medicina prohibida, 
que promete apagar el fuego interno, 
pero en el fondo sé que no es cura, 
es solo el final, es solo invierno. 
 
La tentación de dejar de sentir, 
de cerrar los ojos y no volver a abrir, 
es fuerte, 
tan fuerte como el miedo de seguir. 
 
Pero, ¿es realmente medicina 
si al tomarla no hay más vida? 
Si el dolor desaparece, 
¿qué queda de mí en esa salida? 
 
Suicidio, 
no eres más que una mentira disfrazada, 
una falsa cura en esta cruzada. 
Pero el dolor sigue, 
y aunque te veo, 
aunque me llamas, 
aún no sé si quiero 
dejar de luchar 
o ceder a tus llamas. 

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