☆Seguir fingiendo que encontré la luz.

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He aprendido a sonreír, 
a mostrar calma que no es mía, 
fingiendo que el sol aún brilla, 
mientras dentro sigue a herir la agonía. 
 
Mi familia, un eco lejano, 
de gritos y heridas que no sanan, 
cada palabra, un golpe insano, 
cada silencio, otra carga vana. 
 
Me perdí en sombras, sin pedir, 
en la oscuridad de mi mente fría, 
donde respirar es sólo sufrir, 
y cada intento se vuelve agonía. 
 
Fui buena, alguna vez brillante, 
pero el olvido tomó mi andar, 
y junto a él, en un instante, 
perdí lo que podía alcanzar. 
 
Mis canciones, fantasmas quedados, 
cada nota me lleva al ayer, 
al rincón oscuro y desolado 
donde aún me encuentro sin poderme ver. 
 
Fingir que el tiempo me ha curado, 
pero sé que sigo rota, 
la sonrisa, un disfraz callado 
que cubre esta alma remota. 
 
A veces me pregunto en silencio 
si existe una salida o un fin, 
o si sólo vivo en un intento 
de huir de mí misma, de huir sin fin. 
 
Corro lejos de todo, sin camino, 
esperando que el viento me borre, 
cada día es igual, es mi destino, 
y aunque intento olvidar, el dolor me socorre. 

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