Pequeños Momentos

Pansmione: Amantes

La rivalidad entre nuestros directores terminó hace cinco años. Exactamente hace cinco años, el internado San Godric arregló las cosas con el internado Salazar. Hace tres años y medio que Harry y Draco son pareja. Hace cuatro años y medio que arreglé las cosas con Hermione y hace tres años que la veo de otra manera. Hace dos años y medio que ella me corresponde, pero habia un pequeño detalle, muy pequeño si soy sincera: Ronald Bilius Weasley, mejor conocido como Ron. Solo una persona estúpida diría, pero esa persona estúpida era el prometido de mi Hermione. Hace uno dos años  se suponía que se casarían. ¿Casarían? Pues digamos que me robé a la novia antes de siquiera llegar a la iglesia. Bueno, la retrasé y luego me la robé, pero mejor les cuento en detalle.

Desde que ella me correspondió...

Era un día maravilloso, a pesar de que estuviera lloviendo. Yo ese día había ido al departamento de Hermione, ya que a Ginny se le ocurrió hacerle una despedida de soltera. A pesar de que dicha fiesta se haría un día antes de la boda, la pelirroja dijo que es mejor planearlo antes, ya que luego no tendría tiempo por los preparativos de la boda. Mmm, vaya que tuvo razón. Pero eso no fue lo que le quitó el tiempo. En el departamento de Hermione solo estábamos yo y ella, ya que Ginny y Luna se disculparon diciendo que la madre de la pelirroja no las dejó salir con la lluvia. Lo mismo pasó con Ron Weasley y sus demás amigos... En realidad no se porque ellos no fueron. Una despedida de soltera donde está el prometido... Lo sé, qué aburrido, pero dejemos eso de lado.

"No quieres quedarte? Sería peligroso si manejas con esta lluvia," dijo Hermione, observando la ventana de su departamento.

Pansy, sin apartar la mirada de la castaña, la recorrió de arriba a abajo, algo que Hermione no pasó por alto al verse reflejada en el cristal. "No quisiera causarte molestias," respondió Pansy, con un dejo de timidez.

"No me causarías ninguna molestia. Al contrario, siendo sincera, no me gustaría quedarme sola," dijo Hermione, acercándose a Pansy, deteniéndose a una distancia prudente. "Le temo a las tormentas."

La pelinegra mordió su labio ligeramente. Para ser sincera, no creía que pudiera controlarse estando bajo el mismo techo con Hermione y sin su prometido. Pansy agachó un poco la cabeza, buscando los ojos de Hermione, perdiéndose en la profundidad de su mirada chocolate.

"¿P-Pansy?" La llamó Hermione, sacándola de sus pensamientos.

"Estás sonrojada," dijo Pansy casi sin darse cuenta, dejándose llevar por el momento.

"Bueno, te me quedaste viendo embobada, ¿cómo quieres que reaccione?" Hermione volteó hacia otro lado, intentando esconder su rubor.

Pansy se acercó un poco más a Hermione, haciendo que la poca diferencia de altura fuera evidente. "No lo sé, pero no esperaba que te sonrojaras para ser sincera," dijo con una sonrisa traviesa.

Hermione retrocedió un poco, casi topando con la pared. "Es normal que alguien se sonroje cuando se avergüenza," dijo tratando de sonar calmada, pero fallando el intento. Su voz temblaba ligeramente.

La pelinegra se detuvo, quedando a poca distancia, y la estudió con una mirada penetrante. "¿Avergonzada? ¿Por qué te avergonzarías?" preguntó en un tono inocente, aunque sabía perfectamente lo que hacía. "Solo somos amigas, ¿no?"

"Así es," respondió Hermione con una pequeña sonrisa, a pesar de que sus ojos reflejaban otra cosa. "Solo somos amigas."

Pansy miró a la castaña a los ojos, buscando algo que le dijera que Hermione no quisiera eso. Para su fortuna... o quizás no lo encontró. La pelinegra se acercó un poco más, haciendo que la castaña retrocediera, topando con la pared.  Pansy, en vez de parar, siguió caminando, acorralándola contra la pared. Sus manos, con delicadeza, se posaron en la pared a cada lado de la cabeza de Hermione, atrapándola.