Capitulo III La Espera

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Alison se había dado un lujo que rara vez se permitía: jugar con la espera. Después de la intensa noche con Dominic , decidió dejar que él fuese el que se quedara con la expectativa. No lo llamó, no le envió ningún mensaje, pero durante tres semanas su presencia permaneció en su mente. No era fácil ignorar la conexión que habían tenido, pero Alison estaba acostumbrada a mantener las cosas bajo control, incluso cuando todo dentro de ella gritaba lo contrario.

Mientras tanto, la vida continuaba. La empresa textil en la que trabajaba acababa de cerrar una de las juntas más importantes del año. Alison y su equipo habían pasado meses preparando informes, ajustando cifras, asegurándose de que todo saliera perfecto. El esfuerzo valió la pena, y cuando la junta directiva y los socios de la empresa la felicitaron, sintió una oleada de satisfacción que la hizo sonreír durante todo el día.

—Esta noche lo celebramos —anunció Dayana, llena de energía mientras cerraba la laptop en la oficina de Alison—. Te lo mereces, amiga.

El grupo de compañeros de trabajo decidió ir al bar de siempre para relajarse y celebrar el éxito. Entre ellos estaba Roger, un colega guapo y carismático con quien Alison compartía una relación peculiar. No había romance entre ellos, solo una amistad basada en la complicidad y la atracción física. Cuando el estrés del trabajo se hacía abrumador, Roger y Alison encontraban consuelo en encuentros ocasionales que no implicaban emociones ni compromisos. Solo placer mutuo y una liberación temporal de la tensión.

Esa noche, el bar estaba lleno de risas y música. Alison se permitió disfrutar, dejando que el cansancio de los últimos meses se disolviera en el ambiente relajado. Mientras bailaba de manera coqueta con Roger, sintiendo la ligereza de la noche, su mente vagaba por varios recuerdos. Pero todo cambió cuando Dominic entró al bar.

Su entrada no pasó desapercibida para Alison. La reconocible figura alta y fornida, con su cabello castaño y esos ojos marrones que parecían siempre analizarlo todo. Al verlo, su corazón dio un vuelco inesperado. Había esperado este momento durante semanas, pero no había planeado encontrarse con él así. Lo observó de reojo mientras seguía bailando con Roger, notando cómo la expresión de Dominic cambiaba. Sus ojos se oscurecieron con una mezcla de celos y deseo, pero no hizo escándalo ni provocó escenas. Solo la miraba, de manera inquietante, como si cada movimiento de Alison le estuviera afectando profundamente.

La curiosidad la envolvió. La intensidad de su mirada no era fácil de ignorar, y aunque había disfrutado de dejarlo en la incertidumbre durante semanas, ahora sentía que era el momento de volver a ese juego que ambos parecían dominar.

En un momento, Alison se apartó de la pista de baile y se dirigió a la barra para pedir un trago. Apenas tuvo tiempo de pedir su bebida cuando sintió una presencia detrás de ella. El aire a su alrededor cambió, se volvió más denso, más eléctrico. Dominic se acercó y, sin decir una palabra, se inclinó hacia ella, sus labios apenas rozando su oído.

—Te necesito —susurró con una voz cargada de sensualidad.

Ese simple susurro fue suficiente para encender en Alison un fuego que había estado latente durante semanas. Sin responder, sin siquiera mirarlo, Alison tomó su bebida de la barra, le dio un sorbo rápido y luego dejó el vaso. Giró sobre sus talones, mirando a Dominic a los ojos por un breve segundo antes de tomar su mano y guiarlo hacia la salida.

No intercambiaron palabras mientras se dirigían a su apartamento. Las palabras eran innecesarias cuando ambos sabían exactamente lo que vendría después. Y cuando llegaron, fue como si esas tres semanas de espera se desvanecieran en el aire, reemplazadas por una repetición de aquella noche de pasión, lujuria y deseo. Dominic , una vez más, demostró ser un amante que conocía sus límites y sus placeres, y Alison se dejó llevar por la intensidad del momento, perdiéndose en la oscuridad de la noche con él.

En la oscuridad de su habitación , Dominic tomaba de la cintura con fuerza a Alison y mientras la penetraba de manera fuerte y salvaje le decía al oído ,

- Estas semanas sin verte fueron una tortura , vuelves hacer esto y tendré que castigarte.

Alison sonrió mientras respondía

- Soy alguien libre que decide por si sola

en ese momento Dominic, la giro la tomo por el cuello la pego a la pared y mientras la seguía penetrando solo se escuchaban los gemidos de placer de Alison ,mientras el hablaba

- Ya te domare y serás mía por siempre

Algo que Alison tomo con una sonrisa de sarcasmo .

Al terminar los dos exhaustos acabaron exactamente como la noche que lo inicio todo . Esta vez, sin embargo, algo era diferente. No era solo la pasión lo que ardía entre ellos. Había una tensión subyacente, algo más profundo que ambos parecían evitar confrontar, al menos por ahora.

Sonrisa a Media NocheDonde viven las historias. Descúbrelo ahora