El Beso de la Reina Nocturna [Saga Dimensiones Mágicas #1] (Borrador Retirado)

Otro Proyecto

Algunas de ustedes ya lo saben porque me siguen en mis grupos, véase el grupo de Facebook o Telegram, pero Elle en una semana va a publicar una novela en ebook (y un par de semanas después en papel cuando Amazon deje de joder los colores de la tapa). 

Esta novela no está bajo mi nombre Elle Blake. 

Es una novela que escribí con mi amiga, editora y co-autora Mare bajo el nombre A&M Nova.

SINOPSIS

«Quiero tocar...».

Elyshariel de Justicia llegó al club esa noche con la falsa impresión de que era un lugar distinto, engañado por su bienintencionada familia, la cual insistía en que necesitaba relajarse. La escena de exceso y libertinaje ante él no le atraía en absoluto. Hasta que apareció el hermoso Vesta, un demonio de Deseo, robando la atención de todos los presentes y comandando el lugar con su mera presencia. Cuando los hechizantes ojos amatistas del demonio se encontraron con los suyos entre la multitud de inmortales, Elyshariel supo que estaba totalmente perdido.

«Lo deseo».

Feyreth sabía que el ángel al otro lado de su club era un antiguo desde el instante en que atrapó su mirada. No tenía dudas sobre lo mucho que el atractivo Sire celestial lo deseaba. Ese era su dominio, después de todo. Lo correcto hubiera sido ignorarlo... y quizás otro demonio, uno más sabio, lo habría hecho. Ese no era él. La imprudente y descarada Encarnación de Deseo jamás se negaba nada que quería, y el sabor del placer de ese ángel sin mácula era una tentación que no podía, ni quería, rechazar.

«Perfecto...».

«Delicioso...».

Ángeles y Demonios no se mezclan, el destino nunca lo había determinado así. Sin embargo, ante la cual ninguno de los dos tiene oportunidad de resistirse. Con peligrosas y temibles fuerzas ancestrales moviéndose detrás, el balance del mundo que conocen, así como el de ambos, corre el riesgo de quebrarse en pedazos.

-----ESCENA DE MUESTRA------

—Vi... —llamó al chico por encima del sonido chirriante de la música electrónica, pero intentar levantar la voz, al tiempo que se esforzaba por no atraer demasiada atención indeseada era una tarea impresionante.

La pequeña bola de emoción que tenía por hijo no lo escuchó o, de cualquier modo, fingió no hacerlo, ya que ni siquiera reaccionó ante su voz ni brindó señales de haber percibido su llamado. Elysh no entendía el juego al que estaba jugando el travieso Querubín, pero apostaría sus preciadas alas a que se traía algo entre manos. Exactamente qué, no tenía ni idea, pero estaba seguro de que lo terminaría averiguando tarde o temprano. Virianel era excelente para maquinar travesuras, aunque pésimo para mantenerlas en secreto.